Entre enero y septiembre de este año, los ingresos tributarios resintieron una caída anual de 1.1 por ciento en términos reales y quedaron por debajo del programa previsto para ese periodo en más de 119 mil millones de pesos (mdp), indicó la Secretaría de Hacienda.

Según el programa, durante esos nueve meses se esperaba recaudar un billón 107 mil 701.2 millones de pesos y se captaron 988 mil 555.9 millones de impuestos, con lo cual en 2012 los ingresos tributarios no rebasarán la barrera de 11 por ciento como proporción del producto interno bruto (PIB).

Los gravámenes que quedaron rezagados respecto del programa de recaudación son el impuesto empresarial a tasa única (IETU), el cual quedó atrás de la meta en 6 mil 362 millones de pesos; el Impuesto a los Depósitos en Efectivo (IDE), del que se esperaba obtener casi 2 mil 885 millones de pesos en los nueve meses considerados, pero su resultado fue negativo en alrededor de mil 268 millones que tuvieron que pagarse a los contribuyentes, y el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) referente al consumo de gasolinas y diesel.

Subsidio a gasolinas

Este último es en realidad un subsidio que cubre la diferencia entre el precio de las gasolinas importadas y el aplicado al público que las consume en el mercado mexicano. Pero además este impuesto tiene otro componente que incluye una alza mensual que corresponde a los llamados gasolinazos.

De enero a septiembre, indicó la dependencia, el IEPS por el diferencial de precios previsto en la fracción I del artículo segundo de este impuesto, fue negativo en 168 mil 198.4 millones de pesos.

Pero el cobrado a través del alza mensual a las gasolinas y al diesel fue positivo en 14 mil 680.6 millones de pesos, por lo cual el subsidio neto a estos energéticos fue de 153 mil 517.8 millones de pesos y explica la totalidad del rezago tributario.

El IEPS es aplicado también a otros seis productos y servicios como bebidas alcohólicas, cervezas y bebidas refrescantes, tabacos labrados, juegos con apuestas y sorteos, redes públicas y bebidas energetizantes, por los cuales se captaron 53 mil 229.2 millones de pesos que sirvieron para disminuir el subsidio a las gasolinas y el diesel a alrededor de 100 mil millones de pesos.

Aún así, este subsidio fiscal, causado en su origen por la insuficiente producción interna de gasolinas y diesel, anuló los avances en la recaudación de los dos principales gravámenes –el de la Renta (ISR) que creció 2.5 por ciento y el Impuesto al Valor Agregado (IVA) que aumentó 9– y ocasionó caída anual de 1.1 por ciento en términos reales de los ingresos tributarios.