Viernes 2 de noviembre de 2012, p. a18
Berlín/Nueva York, 1º de noviembre. Nueva York sigue luchando contra las consecuencias del huracán Sandy, pero nada parece detener la realización, este demingo, de un maratón contra la que cada día se levantan más voces.
La ciudad de los rascacielos tiene cosas más importantes que hacer que salvar esta justa, reclaman críticos al alcalde de la metrópoli, Michael Bloomberg, defensor fervoroso del festejo de la prueba de 42.195 kilómetros.
Es un acontecimiento grandioso para Nueva York
, señaló Bloomberg el pasado miércoles, después de que la organización canceló los primeros actos del programa. Según un estudio, el maratón genera 340 millones de dólares de ingreso a la ciudad.
Liz Krueger, senadora del estado de Nueva York, lo ve todo de modo diferente: Entiendo que la competencia genera ingresos importantes para la economía local, pero seamos sinceros, conlleva mucho esfuerzo. Ninguno de los barrios vive una situación normal ahora
.
La carrera comenzará en el puente Verrazano Narrows, en Staten Island, y se espera a 2 millones de espectadores durante el recorrido, aunque se desconoce si variará el trazado debido a las zonas afectadas por Sandy.
Entre la comunidad de corredores hay debate en Internet sobre la realización o no del maratón. La directora de la justa, Mary Wittenberg, dijo que hay muchos corredores inscritos, pero cree que la cifra no superará los 47 mil, debido a que algunos no llegarán a Nueva York por los problemas con los medios de transporte.