Martes 30 de octubre de 2012, p. 35
Guadalajara, Jal., 29 de octubre. Casi una semana después de que fue levantado el líder nahua Celedonio Monroy Prudencio, la Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Jalisco (CEDHJ) anunció que intensificará las gestiones con autoridades para su pronta localización, luego que recibió información de que bandas de talamontes han amenazado a indígenas vecinos de la sierra de Manantlán, en el sur del estado.
El martes pasado, hombres armados a bordo de tres vehículos sacaron de su domicilio a Monroy Prudencio –defensor de los derechos de los nahuas y ex funcionario del municipio de Cuautitlán–, en la comunidad Loma Colorada.
Alfonso Hernández Barrón, tercer visitador de la CEDHJ, informó que el organismo analiza alternativas para intensificar la búsqueda.
Las tierras y territorios de nuestros pueblos originarios son ricos en recursos y bienes naturales. Ahora los nahuas son víctimas de grupos que rayan en la delincuencia organizada
, afirmó en entrevista.
–¿Tienen denuncias concretas de la presencia de gente armada que tala árboles en la reserva de la biosfera de la sierra de Manantlán?
–Nos han dicho que se ha visto trasiego de madera en camiones, y a gente armada que va por maderas preciosas y otros recursos. Es un escenario muy triste.
La población, indefensa ante grupos armados
Agregó que al parecer existe una relación muy directa
entre la desaparición del dirigente indígena y la intención de algunos grupos de apropiarse de los recursos naturales de la zona. Ojalá esté equivocado
, añadió.
–¿Cómo calificaría la situación en la zona nahua, tomando en cuenta que también hay explotación minera y que los habitantes han señalado daños al medio ambiente?
–En esa zona ha habido múltiples homicidios que no se han esclarecido y abusos denunciados por los habitantes de esas comunidades. Lo triste es que ya se había dejado de explotar o no había denuncias por la explotación de maderas preciosas. Parece que ahora están volviendo con ese interés, y están circulando, según refieren algunos habitantes, vehículos con personas armadas. La población queda indefensa y a merced de estos grupos de la delincuencia.