Mundo
Ver día anteriorSábado 27 de octubre de 2012Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Fue líder de la revolución y después combatió a Fidel Castro

Muere el opositor cubano Eloy Gutiérrez
Corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 27 de octubre de 2012, p. 20

La Habana, 26 de octubre. Eloy Gutiérrez Menoyo, uno de los líderes de la revolución cubana, que después combatió a Fidel Castro, estuvo preso y exiliado y vivía en esta capital en una disidencia testimonial y solitaria, murió hoy a los 77 años, víctima de un aneurisma.

Su cuerpo será cremado cuando llegue a La Habana su hija Patricia, una editora que vive en Puerto Rico, según informaron fuentes allegadas a la familia.

Nacido en España, hijo de un médico republicano, Gutiérrez Menoyo tuvo un hermano que murió en la guerra civil y otro que peleó contra los nazis. La familia emigró a Cuba donde Carlos, el militar, se unió a las conspiraciones contra Fulgencio Batista y murió el 13 de marzo de 1957, encabezando el asalto al Palacio Presidencial.

Eloy siguió los pasos del hermano y abrió un foco guerrillero en el centro del país, el Segundo Frente Nacional del Escambray. Junto al Ché Guevara y al estadunidense William Morgan (fusilado bajo el cargo de ser agente estadunidense) fue uno de los tres jefes rebeldes no nacidos en la isla.

Gutiérrez Menoyo rechazó el rumbo socialista de la revolución y se fue a Estados Unidos. Fundó la organización armada anticastrista Alpha 66. Capturado en 1964 en una incursión a la isla, fue sentenciado a 30 años de cárcel.

En prisión siguió conspirando, lo que le costó una segunda pena de 25 años, para un total de 55, pero en 1986 quedó libre por una gestión del presidente español Felipe González, tras un movimiento de opinión pública.

Se instaló en Miami y en 1993 fundó Cambio Cubano, un grupo que buscaba el diálogo con La Habana. El mismo pudo consumar la idea: en 1995 vino a una reunión de emigrados y habló tres horas y media en privado con Fidel Castro.

En enero de 2009, Gutiérrez Menoyo relató a La Jornada aquella reunión: Le recordé la revolución que había planteado en el 59 y en la que yo seguía creyendo. El me contestó que seguía creyendo también en esa revolución, pero que no se podía retomar, por la confrontación con Estados Unidos. Fue una entrevista muy armoniosa, muy civilizada. Creo que es la única vez que él ha dado una entrevista a un opositor.

Sobre sus diferencias con Castro explicó: “Creí y sigo creyendo en esa revolución de libertad con pan y de pan sin terror, tan cubana como las palmas; de ni imperialismo que ahoga a los pueblos ni comunismo que emplea el terror. Llegó un momento en el que la revolución no iba por ahí. Avanzaban los comunistas, que fueron aliados de Batista. Los que creíamos en restablecer el ritmo constitucional y las libertades, nos dábamos cuenta de que eso se iba perdiendo. Y veíamos la personalidad de Fidel, queriendo controlarlo todo”.

Después de aquel encuentro con Fidel, Gutiérrez Menoyo hizo viajes cortos a Cuba, hasta que en 2003 decidió quedarse de facto en la isla. La ley migratoria aún vigente –que cambiará en enero próximo- no le reconocía derecho para reinstalarse.

Pero su caso fue excepcional. No tenía documento de identidad, pero no lo expulsaban. No lo dejaron abrir una oficina opositora, pero no le negaron esa posibilidad. Salía del país sin permiso oficial, pero con pasaporte cubano y una autorización de hecho. Volvía con una visa de 21 días, que al vencerse lo dejaba nuevamente ilegal.

En la entrevista con este diario expuso dos mensajes. A Barack Obama le pedía ayudar a una apertura en Cuba, recuperando el control de la política hacia la isla, quitándoselo al lobby anticastrista; eliminar los fondos oficiales para la oposición y reducir hasta suprimir el patrocinio oficial a Radio Martí.

Al gobierno cubano: Un espacio legal para una oposición independiente y pacífica, que podamos inscribir un partido, que podamos abrir oficinas de Cambio Cubano.

Lo que no logra contribuir a la democratización de Cuba es la vía de la confrontación, resumió entonces.