Sus animales destruyen zanjas, trincheras y pinos sembrados por la comunidad de Baquiachi
Lunes 22 de octubre de 2012, p. 34
Carichic, Chih., 21 de octubre. Un grupo de mestizos volvió a invadir tierras de rarámuris del ejido Baquiachi, en la localidad Mesa del Divisadero, luego de haber introducido unas 150 de cabezas de ganado para pastoreo en más de 50 hectáreas, pese a que hace dos años un tribunal agrario restituyó las tierras a los indígenas.
Los invasores llegaron por la noche y colocaron candados en el cerco levantado por los rarámuris para proteger 120 mil pinos recién sembrados en la temporada de lluvia, y las trincheras y bordos donde han trabajado, hombres, mujeres y niños, para recuperar pastizales explotados por los ganaderos, quienes amenazan a los dirigentes ejidales.
Patricio Chávez y José Ventura Juan, gobernadores de la tribu de Baquiachi, mostraron los daños causados por el ganado: miles de pequeños pinos destrozados por las pezuñas de los animales, y zanjas y trincheras de piedra destruidas. Los rarámuris empezaron estas obras en 2010, cuando les restituyeron los predios por orden del Tribunal Agrario.
El portón colocado por los ejidatarios para proteger el área donde aplican el programa de recuperación de suelos fue cerrado para evitar que los invasores saquen su ganado. Si los rarámuris rompen la cadena o sacan a las vacas pueden ser denunciados y encarcelados por abigeato.
En esta región es más penado sacar de tierras indígenas una vaca de los mestizos que las constantes amenazas de muerte y abusos contra los ejidatarios que se atreven a levantar la voz contra los ganaderos.
La semana pasada, después de la invasión del predio, uno de los ganaderos, José María Espino Sandoval, interpuso una denuncia por el robo de nueve vacas. De inmediato agentes ministeriales subieron a Baquiachi en busca de los dirigentes ejidales Valentín Chávez, San Pedro Chávez y José Valentín Chávez Chávez.
Esto ha sido siempre. Nosotros recuperamos territorio indígena y el mestizo vuelve a invadir. Tenemos más de 30 años luchando, pero esta tierra ya la ganamos con sus propias leyes; nos la entregaron y ahora vinieron en la noche, pusieron sus candados y nos dejaron sus vacas. Con el daño que provocan estamos perdiendo el trabajo
, dijo Patricio Chávez, el primer gobernador de Baquiachi.
El ejido Baquiachi es un núcleo ciento por ciento indígena; posee más de 60 mil hectáreas de pastizales que son frecuentemente invadidas por ganaderos mestizos de los municipios de Carichic y Nonoava. Tras una larga lucha jurídica, han recuperado parte de lo que consideran su territorio.
Mesa del Divisadero es una región especial para ellos. El Tribunal Agrario ordenó restituirles este predio en noviembre de 2010. Consiguieron recursos federales para recuperar el suelo agotado por el pastoreo. Es esta temporada sembraron 300 mil pinos, pero miles han sido desenterrados y destruidos por las vacas de los invasores.
Pedimos justicia, que la ley se respete, que se cumpla igual para todos. Cuando el ganadero inventa un delito, al indígena lo persiguen, y cuando ellos invaden no pasa nada
, denunció el segundo gobernador de Baquiachi, José Ventura Juan.