Sociedad y Justicia
Ver día anteriorViernes 19 de octubre de 2012Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Richard Stallman, padre del software libre, habla de sobrevivencia en el mundo digital

Cualquier beneficio práctico no justifica ceder la libertad

Facebook abusa de sus usuarios al facilitar al Gran Hermano la publicación de información personal

Anonymous, legítimo como protesta

Enfocarse sólo en dinero, distorsiona valores

Foto
Richard Stalmann en la Tercera Jornada Científica de la Universidad Autónoma MetropolitanaFoto Heriberto Rodríguez
Foto
El gobierno de Ecuador estableció por decreto el uso de software libre y sólo por excepción la subsecretaría de Informática de la Presidencia otorga un permiso por tiempo limitado para usar programas privados. Las escuelas también están migrando a este sistemaFoto María Meléndrez Parada
 
Periódico La Jornada
Viernes 19 de octubre de 2012, p. 43

Sin zapatos y luciendo su gran barba, Richard Stallman hace sus prédicas en favor del software libre frente a cientos de estudiantes que desbordan el auditorio y festejan sus ideas. A simple vista sus planteamientos parecen radicales. Les sugiero manifestarse contra la presencia del kiosco de Windows, plantea al percatarse de que en la explanada de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Xochimilco hay un estand de esa empresa y luego escucha aplausos.

Aunque nadie sale del auditorio para liberarse del yugo –según sus palabras– de esa corporación, este neoyorquino de 59 años ya sembró en los jóvenes la idea de que se puede sobrevivir en el mundo digital sin las marcas, a través de GNU, el sistema que inventó en los años ochenta, fusionado luego con Linux, lo mismo que con Ubuntu y otros programas no comerciales.

Pionero de los hackers informáticos (en 1969 comenzó a programar al concluir sus estudios de secundaria), desde entonces ha convertido en evangelio su oposición a las todopoderosas corporaciones. Ahora apunta su rechazo a Facebook, que –asegura– abusa de sus usuarios al facilitarles la publicación de información personal que es accesible al gran hermano, como llama al Estado.

“Un comportamiento ético de Facebook sería advertir frecuentemente al usuario: ‘si pones algún dato aquí es posible que llegue al gran público, a la policía o incluso al FBI, agencia que, según una ley injusta de mi país (Estados Unidos), le permite acceder a datos sin orden del tribunal.”

Publicitado en la Tercera Jornada Científica con una gran foto que dice: el padre del software libre dedica más de dos horas a exponer en español los inconvenientes de los programas privativos como vigilar y censurar. Por eso no usa celular y no se separa de su computadora Lemote, hecha en China, tan libre que no sirve para usar Windows.

Correa, software libre y Assange

Aunque las marcas están por todos lados Stallman –como comprobó en la UAM– cree que su lucha contra los millonarios de la informática avanza.

En charla con La Jornada relata cómo convenció al presidente de Ecuador, Rafael Correa, de adoptar una política para migrar sus agencias públicas al software libre, medida que Venezuela también aplica, pero no al pie de la letra.

Justo después de que Correa fue elegido lo convencí con los argumentos éticos de que el Estado tiene que recuperar su soberanía informática echando el software privativo (como llama a los programas que se venden), explica. Por eso el gobierno de Ecuador estableció por decreto el uso de software libre y sólo por excepción la subsecretaría de Informática de la Presidencia otorga un permiso por tiempo limitado para usar programas privados. Las escuelas también están migrando a este sistema.

Admirador de Wikileaks, Stallman publicó hace meses una carta en un periódico de Ecuador para solicitar a Correa lo que finalmente hizo: conceder asilo a Julian Assange.

No digo que lo hizo por mi consejo, porque es muy inteligente, pero deseaba asegurarme que lo hiciera, porque las acusaciones son para extraditarlo a Estados Unidos.

–¿Ha platicado con Assange?

–Nunca, una vez por correo hace unos años. Nunca he participado directamente en Wikileaks, porque yo hago otros trabajos y no tengo secretos.

–¿Qué opina de Anonymous?

–Hace protestas democráticas en el mundo virtual. La protesta usual de Anonymous se trata de acudir en multitud al sitio web de alguien. Es el equivalente virtual de manifestarse en la calle frente a la puerta del edificio de alguien y es legítimo como protesta. Pero hay gobiernos que buscan encarcelar a quienes lo hacen, porque están en contra de la democracia.

–¿Ha tenido encuentros con Bill Gates o algún empresario de la industria informártica?

–Algunos han tenido la idea, pero el señor Gates no quiere un encuentro público conmigo, porque le diría: ‘lo que haces es injusto’ y sería una manera de publicitar mis ideas.

–Cuando comenzó a trabajar en el Laboratorio de Inteligencia Artificial del Instituto Tecnológico de Massachusetts, en 1971, ¿se imaginó que esta industria iba a generar tantos millonarios?

–No me interesaba mucho el dinero. Me pagaban muy poco, pero bastante para mí, porque no deseaba tener muchas cosas. Deseaba leer libros y me gustaba comer buena comida china, que no cuesta mucho. Pienso que es un error enfocarse tanto en el dinero, porque distorsiona los valores.

De visita en una universidad que genera muchos diseñadores gráficos no falta alguien que objete el uso de software libre para hacer bellas imágenes visuales. Stallman responde que hay programas que tienen menos funciones y les aconseja regresar a los métodos de diseño anteriores. Quizá es más fácil decirlo para alguien que se declara partidario del texto, quizá por eso sea más fan de Twitter que de Facebook.

En la entrevista se le insiste que el software libre tiene limitaciones para hacer gráficos en una sociedad cada vez más visual. La tontería es decir: cualquier beneficio práctico no justifica ceder la libertad, argumenta.

Aunque parece ser la antítesis de un capitalista al final hace una subasta para seguir con su prédica por otros países. ¿Quién da más?, expresa con el micrófono mientras abraza un pingüino de peluche –símbolo de GNU.

La puja llega a mil pesos y el ganador recibe su pingüino mientras otros hacen la fila para comprar un pin de 30 pesos con la frase en rojo de software libre.