Viernes 19 de octubre de 2012, p. a12
La Haya, 18 de octubre. La actriz holandesa Sylvia Kristel, célebre en el mundo por su papel protagonista en la película erótica Emmanuelle, de 1974, falleció la noche del martes al miércoles, a los 60 años de edad, a causa de un cáncer, informó este jueves la agencia que administraba su carrera.
Murió durante la noche, durante el sueño
, dijo Marieke Verharen, de la agencia Features Creative Management, que representaba a la actriz.
La actriz sufrió un ataque cerebral a principios de julio y fue hospitalizada. La agencia, sin embargo, no indicó si falleció en su casa o en el hospital. También había sido atendida por un tumor de garganta y se sometió a un tratamiento contra una metástasis en el hígado.
Nacida en Utrecht el 28 de septiembre de 1952, estuvo en un internado religioso. Sin embargo, años después decidió iniciar una carrera de modelo, y ganó el concurso Miss Tv Europa de 1973.
De cabello corto, cara de niña y silueta perfecta, de 22 años fue escogida para el papel principal de Emmanuelle, del director Just Jaeckin, éxito mundial de taquilla.
Por obligaciones contractuales, Kristel participó en papeles más o menos importantes en varias secuencias de Emmanuelle, la última en 1984.
Aunque trató de alejarse del cine erótico para trabajar con nombres importantes del cine francés, su imagen había quedado marcada por los papeles de las películas que la hicieron famosa.
Su vida estalló el día que se adueñó de la fantasía popular
, dijo el cineasta, a raíz de la celebridad alcanzada con una sola película.
Emmanuelle tuvo tanto éxito que, por ejemplo, en un cine del centro de París estuvo en cartelera durante 13 años sin interrupción.
Según el cineasta, Kristel nunca aprendió a vivir con la fama, y se transformó en prisionera de las fantasías y el deseo de las aproximadamente 350 millones de personas que vieron la película en los primeros años después de su lanzamiento.
En la década de 1990 su carrera entró en declive, en medio de problemas de alcohol y drogas. Llegó a afirmar que sólo aceptó hacer algunas cintas para financiar su dependencia de la cocaína.
Kristel continuó participando de películas holandesas, aunque, como contó en su autobiografía (Desnuda, 2006), tuvo serios problemas financieros y de salud y se divorció varias veces.
En la última década de su vida, consiguió consolidar su prestigio en un área completamente diferente, con sus pinturas y dibujos. Tuvo un hijo, Arthur, con el belga Hugo Claus.