El mayor éxito que puede alcanzar cualquier autor, según José Emilio Pacheco (JEP), es que en determinado momento su obra deje de pertenecerle para formar parte de la vida de otros.

Tal apreciación del narrador, poeta y traductor, ganador en 2009 de los premios Cervantes y Reina Sofía de Poesía, vino a cuenta ayer a propósito de la redición de su novela Las batallas en el desierto, con la cual Ediciones Era y el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey inauguran su colección Pasión por la lectura.

La presentación de ese título inaugural, en el cual se relata el despertar amoroso de un adolescente en el México de mediados del siglo pasado, tuvo lugar en el campus ciudad de México de esa institución de educación superior.

El auditorio destinado para el acto vio superado, en mucho, su aforo, por los cientos de estudiantes que disfrutaron de la generosidad y los comentarios del escritor, y al final, en larga fila, esperaron emocionados más de 45 minutos para que JEP les firmara un ejemplar de la novela.

Libro entre dos muchedumbres

Afable y con la modestia que lo caracteriza, José Emilio Pacheco se dijo muy satisfecho y al mismo tiempo muy avergonzado por el homenaje que le tributaron las autoridades y la comunidad estudiantil del Tec.

Este homenaje y estos aplausos no me pertenecen, le pertenecen al libro. En los 31 años que tiene de haber sido publicado, se ha separado por completo de mí; tiene una experiencia propia y miles de interpretaciones, indicó.

“Creo que el mayor éxito y triunfo que se puede alcanzar es que lo que uno hace ya no le pertenezca, sino que sea parte de otra vida a través de cosas rarísimas que no se habían dado antes, como (con Las batallas en el desierto) han sido la canción de Café Tacuba, el cómic y la película.”

A su decir, nunca imaginó los alcances logrados por esa novela de 60 páginas cuando terminó de escribirla. Consideró un milagro que se siga leyendo y que guste tanto, sobre todo a los jóvenes, muchos de los cuales no habían nacido cuando él la escribió.

Al respecto, definió que una obra literaria está siempre entre dos muchedumbres: una es la de los muertos y la otra la de los que no han nacido todavía.

Sin embargo, asumió que el éxito de Las batallas en el desierto ha tenido un precio muy alto: Ya no puedo escribir nada más, porque escriba lo que haga va a ser comparado. Unos me van a decir que por qué hice una cosa tan distinta si era tan bonito lo de las batallas; y otros podrán decir otras cosas.

En contraste con la creencia generalizada, la historia de esta novela dista de ser autobiográfica; lo único real son el ambiente y la época, precisó JEP, quien recibirá un homenaje en la edición 32 de la Feria Internacional del Libro de Oaxaca, que se efectuará del primero al 11 de noviembre en aquella entidad, con la participación de 80 escritores y 30 editoriales independientes.

Me gustaría mucho haber sido ese adolescente (pero) mi adolescencia fue bastante triste y gris, concluyó el autor a propósito del libro, cuya versión teatral, a cargo de las compañías Artelugio Sobreviviente y Teatro de Aire, se presenta en el Centro Cultural de España en México. Ayer tuvo lugar la primera función, mientras el día 18 se presentará la segunda y última.