París, 25 de agosto. Lance Armstrong, despojado de sus siete títulos del Tour de Francia por la Agencia Antidopaje Estadunidense (USADA, por sus siglas en inglés), era avisado antes de todos los controles, aseguró Michel Rieu, consejero científico de la Agencia Francesa para la Lucha contra el Dopaje al rotativo Le Monde.

Los encargados de aplicar los análisis se encontraron con dificultades en hacer controles inesperados a Armstrong, quien se beneficiaba de un retraso de 20 minutos, declaró Michel Rieu al explicar cómo Armstrong pudo escapar de la vigilancia de los médicos.

Cada vez que se debía someter a una prueba, el ciclista era avisado con antelación. En 20 minutos puede haber muchas manipulaciones, hacía perfusiones de suero fisiológico para diluir su sangre, remplazaba su propia orina por otra que era artificial y se administraba EPO en pequeñas cantidades. La sustancia era indetectable, expresó.

Sin la intervención de la policía o de la aduana, era imposible combatir este método, prosiguió Rieu.

La USADA, apoyada en más de una docena de testimonios y de pruebas científicas, acusó a Armstrong de haberse dopado durante años, sobre todo en la época de sus siete victorias en el Tour de Francia (1999-2005).

El estadunidense, por su parte, recordó que nunca dio positivo en ningún control antidopaje, a pesar de la gran cantidad de exámenes a los que se tuvo que someter durante su carrera.

Para estar informado de la llegada de los llamados vampiros, Armstrong disponía de diversos colaboradores, afirmó Rieu.

Sus apoyos venían de la Unión Ciclista Internacional (UCI) y del Comité Olímpico Internacional (COI). También se rodeó de científicos. Tenía considerables medios para protegerse. Los rumores dicen que se hacía transfusiones de sangre desde Estados Unidos, en su jet privado, afirmó.

Lance Armstrong participó ayer en la competencia Power of Four, de ciclismo de montaña, en Aspen,Colorado, donde se despidió diciendo bien, me voy a comer una hamburguesa con quesoFoto Ap

Este sábado, el ciclista participó en la carrera Power of Four de bicimontaña en Aspen, Colorado, en la que terminó segundo, casi cinco minutos después que un adolescente de 16 años.

En sus primeras declaraciones desde que fue sancionado, expresó que nadie debe tenerme lástima. Voy a estar muy bien y se despidió con un: Bien, me voy a comer una hamburguesa con queso.

Por otra parte, las donaciones a la fundación de lucha contra el cáncer que dirige Armstrong aumentaron inesperadamente y los principales patrocinadores se mantienen fieles, informó el director general de Livestrong, Doug Ulman.

Hasta la tarde del viernes se habían recibido 78 mil dólares. El jueves, antes de saberse que renunciaba a defenderse de las acusaciones, fueron sólo de 3 mil 200.

“Fue abrumador. Los numerosos e-mails, llamadas y mensajes nos han dejado simplemente sin palabras”, dijo Ulman.

El año pasado, la fundación recaudó 51 millones de dólares. Su propósito es el apoyo a las personas con cáncer, enfermedad que superó Armstrong.

Varios patrocinadores anunciaron también que desean seguir colaborando con el ciclista, entre ellos la firma de artículos deportivos Nike y la cervecera Anheuser-Busch. Otros fueron más cautos y prefieren esperar.

El mánager del pedalista, Bill Stapleton, se mostró convencido de que su cliente seguirá siendo un buen producto. El ex ciclista recibe 150 mil dólares por conferencia y tiene 20 apariciones públicas pagadas por año.