Llevan 14 años en prisión por indagar terrorismo contra la isla
La esposa de uno de ellos refiere detención arbitraria y juicio amañado
Viernes 24 de agosto de 2012, p. 16
Lo que nos ha golpeado en la lucha por liberar a los cinco cubanos encarcelados desde hace 14 años en Estados Unidos, es el muro de silencio que hay alrededor de su arbitraria detención y el juicio amañado al que fueron sometidos, afirma Rosa Aurora Freijanes, esposa de Fernando González Llort, uno de los detenidos, quien se ha reunido con diversas organizaciones en México que han mostrado su solidaridad por la liberación de González Llort, Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero, René González.
Al cabo de 14 años, muchas personas ni siquiera conocen que existen cinco luchadores antiterroristas que están presos en Estados Unidos, precisamente por haberse opuesto al terrorismo que se realiza contra Cuba, de forma no violenta, simplemente buscando información de cuándo y cómo se iban a realizar estas acciones
, agrega en entrevista con La Jornada.
Del cúmulo de irregularidades en el juicio, destaca el hecho de que se les negara el pedido de ser juzgados en una corte distinta a la de Miami para garantizar un proceso imparcial, toda vez que esa ciudad es controlada por unos 60 mil cubanos exiliados que manejan la alcaldía, la jefatura de policía, la oficina local de la FBI y los principales medios.
Desde entonces, los cinco han permanecido aislados en prisiones de máxima seguridad, en condiciones crueles de reclusión, violando sus derechos humanos y las propias leyes estadunidenses
. A dos de ellos se les niega incluso la posibilidad de recibir visitas de sus esposas, aún cuando hay testimonios de las propias autoridades estadunidenses sobre lo irregular del proceso y lo excesivo de las sentencias, basadas en acusaciones falsas.
Nosotros no vamos a dejar de luchar, recientemente pedimos que se libere la información sobre un grupo de periodistas que estuvieron cubriendo toda la etapa desde la detención, creando una matriz de opinión muy hostil para los cinco dentro de Miami, pero que además descubrimos que habían recibido pagos del gobierno, y es algo que compromete todo el proceso judicial, todo en un país que dice luchar contra el terrorismo y mantiene, en esa doble moral, a cinco hombres que hacían exactamente lo mismo
, señala.
–¿Cómo lo han tomado en Cuba los familiares de los cinco, sus hijos, sus esposas?
–En el caso de nosotros, Fernando y yo, pues no pudimos tener hijos y ahora el tiempo biológico para eso se nos acabó– responde con la voz quebrada, pero sin soltar una lágrima.
“Sentimos que estamos luchando contra algo muy poderoso, hay momentos de muchísimo dolor y sufrimiento, porque los padres y las madres de estos hombres son ya personas ancianas y, como siempre digo, están luchando contra el tiempo, no sólo el de prisión de sus hijos, sino el natural de vida que les queda para verlos libres, y eso es muy duro.
Como duro ha sido ver crecer a los hijos sin la presencia del padre, admirando, respetando y queriendo a su papá, pero viéndolo quizá una vez al año. Sabemos que lo que nos toca es luchar, la solución no puede ser sentarse a llorar, porque sabemos que en una causa, cuando hay millones de personas que se suman, uno logra la victoria.