Sin necesidad de cambiar las leyes, el mandatario puede controlar ese mercado, afirma
El poeta exige al presidente de México dar luz verde a la ley de protección de víctimas
Viernes 24 de agosto de 2012, p. 12
Laredo, EU, 23 de agosto. El periodista y poeta mexicano Javier Sicilia, quien encabeza la Caravana por la Paz que busca llegar a Washington en unas semanas, demandó este jueves en Laredo, Texas, al presidente estadunidense Barack Obama frenar el tráfico ilegal de armas hacia México.
El presidente de Estados Unidos puede realizar los cambios necesarios
para lograr un mejor control en la venta de armas sin necesidad de cambiar las leyes que permiten a los ciudadanos estadunidenses adquirirlas, dijo Sicilia durante una rueda de prensa previa a un mitin que realizó en Laredo.
Con estos cambios, añadió, se contribuiría a frenar en cierta forma el tráfico ilegal de armas que alimenta a los cárteles de las drogas, que han sumido a México en una espiral de violencia que deja más de 50 mil muertos en México desde diciembre de 2006.
El poeta y periodista, que llegó la noche del miércoles a esta ciudad –vecina de la mexicana Nuevo Laredo– encabezó un mitin bajo los lemas Ni una muerte más
y Ni un ser humano es ilegal
.
En el mitin, Sicilia criticó nuevamente el operativo militar antidrogas lanzado en diciembre de 2006 por el presidente Felipe Calderón, al que también exigió que destrabe una ley de protección a víctimas que fue aprobada por el Legislativo, pero que fue vetada por el mandatario mexicano.
Desde esta frontera, en donde los lazos familiares son estrechos, solicitamos al presidente Felipe Calderón que quite el veto, como fue su compromiso con nuestro movimiento
, manifestó Sicilia de manera enérgica.
Calderón vetó la ley con el argumento de que no brindaba las garantías de protección suficiente que requieren las víctimas del crimen organizado, lo que ha sido criticado por legisladores de oposición y organizaciones civiles.
Sicilia, fundador del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad y cuyo hijo fue asesinado en marzo de 2011 junto con otras seis personas, lidera una caravana que recorre la frontera entre México y Estados Unidos y que llegará a Washington el 12 de septiembre para reclamar el fin de la violencia del narcotráfico.
Los integrantes de la Caravana por la Paz, que ya han recorrido tres estados y siete ciudades de Estados Unidos, tienen previsto seguir su camino por la costa este y terminar en unas semanas en la capital estadunidense.