En los dos sexenios recientes ha habido un fuerte reposicionamiento de los intereses de la Iglesia católica en el país, debilitando la laicidad del Estado y anulando su capacidad de proteger las garantías básicas de todos los ciudadanos, en nombre del respeto a la libertad religiosa.

Así lo advirtió el académico Rodolfo Vázquez, en el contexto del foro Estado laico, derechos reproductivos y violencia contra las mujeres, organizado por el Programa Universitario de Estudios de Género, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En dicho encuentro, el investigador señaló que durante los gobiernos panistas de Vicente Fox y Felipe Calderón ha ocurrido un notable reposicionamiento de los intereses de la jerarquía católica, como comprueban las reformas al artículo 40 constitucional, que podrían abrir la puerta a una mayor participación del clero en aspectos como la educación y el control de medios informativos.

Otros ejemplos de ello, indicó, son la impugnación de la Procuraduría General de la República y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos de la ley que despenalizó el aborto en el Distrito Federal en las primeras 12 semanas de gestación, así como la oposición de México a los experimentos con células embrionarias, por presión de la Iglesia.

Este embate confesional en contra del Estado laico ya generó una respuesta visceral y provocadora de ciertos grupos que rechazan toda posibilidad de diálogo con la religión. Este laicismo beligerante es la otra cara de la moneda, y es tan rechazable como el reposicionamiento de la Iglesia, subrayó.

Frente a dicho panorama, el académico llamó a fortalecer la laicidad como una doctrina que garantice la imparcialidad del Estado frente a las diversas posturas sobre la fe –sin caer en la inacción–, protegiendo la libertad de expresión de los grupos religiosos, pero al mismo tiempo evitando que éstos hagan uso de recursos públicos o causen daños a terceros.

Gustavo Ortiz Millán, profesor del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la UNAM, afirmó que durante mucho tiempo la Iglesia católica ha justificado su oposición al aborto con argumentaciones supuestamente legales o científicas, pero en las cuales subyacen elementos morales y religiosos que tratan de imponer a toda la sociedad.

Sin embargo, en buena parte de la clase política –incluyendo los partidos de izquierda– todavía existe un gran temor al poder clerical, lo cual termina por convalidar los ataques de éste a los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, alertó.

En el foro participaron también Nelly Caro, de El Colegio Mexiquense; Gloria Ramírez, de la Cátedra Unesco de Derechos Humanos de la UNAM, y Verónica Cruz Sánchez, del colectivo feminista Las Libres.