Morelia, Mich., 22 de agosto. Las autoridades del estado hacen lo posible para que el próximo lunes inicie el ciclo escolar en La Nueva Jerusalén, ya que no es sencillo conciliar a los grupos antagónicos de esta comunidad, pues una parte está en favor de la educación laica y la otra, considerada como fanática religiosa, se opone a la educación pública por mandato divino, informó hoy Jesús Reyna García, secretario general de Gobierno.

El funcionario aseguró que el problema de esta población, ubicada en el municipio de Turicato, no es el ciclo escolar ni la escuela, sino que las 24 horas del día conviven dos grupos con prácticas religiosas distintas, aun cuando los disidentes formaron parte del grupo tradicional dominante.

Reyna García afirmó que desde el lunes al mediodía hay tránsito libre en la también llamada Ermita, pero lo más importante es que están trabajando junto con autoridades federales en garantizar la convivencia pacífica, “y ni hablo de tregua, sino de un acuerdo entre las partes de que no habrá agresiones.

Podríamos iniciar el ciclo escolar con presencia y apoyo policiaco, pero lo que se necesita es que ellos mismos construyan normas y reglas para una convivencia normal. sostuvo.

Dijo que el gobierno del estado tratará de que la educación se imparta en la misma comunidad, pero de no ser posible sería fuera de la Nueva Jerusalén.

El secretario de gobierno admitió que existe el riesgo de nuevos enfrentamientos, incluso de que haya pérdida de vidas, he leído en los medios de comunicación que hay invocaciones o mensajes de la Virgen en que ellos creen, que están dispuestos a todo; ojalá que no suceda.

Se trata de un conflicto religioso, añadió, en el cual 2 mil 500 personas piensan de una manera y 500 de otra. O, más bien, se trata de fundamentalismo, porque es una secta que no está registrada como asociación religiosa y habrá aplicar la ley sobre la materia; no obstante, la solución está en ellos, dijo.

Más adelante agregó que se está aplicando la ley en el sentido de que haya orden y una cultura de la legalidad.

No obstante, para Emiliano Juárez, dirigente del grupo disidente, conocido como laicos, el problema de La Nueva Jerusalén no es de carácter religioso, porque el grupo que dice venerar a la Virgen del Rosario ha manipulado la fe de los creyentes, los ha explotado, ha abusado de ellos y creó un sistema de gobierno en el que no tienen cabida las instituciones; lo más grave es que desde 1973 nadie ha hecho nada.

Por último, pidió que se aplique la ley y que se castigue a quienes destruyeron la escuela hace poco más de un mes, porque eso nada tiene de religioso.