Miércoles 22 de agosto de 2012, p. 2
París, 21 de agosto. La huella dental de pequeños invertebrados fósiles, que pacían en los fondos marinos hace 500 millones de años, permitió al cabo de una larga investigación encontrar su familia antigua formada por caracoles, conchas, calamares y otros moluscos modernos.
Durante décadas los científicos se perdieron en conjeturas sobre el lugar de los Wiwaxia y Odontogriphus, fósiles que remontaban al periodo cámbrico medio en el árbol de la evolución de las especies.
¿Eran moluscos primitivos, primos de las lombrices o una especie completamente separada desaparecida hace tiempo sin dejar descendencia? Gracias a un análisis detallado de su extraño aparato dental con un microscopio electrónico, un investigador de la Universidad de Toronto (Canadá), Martin Smith, piensa haber resuelto el enigma.
Su cavidad bucal es la que se parece más a la rádula, una especie de cinta que se encuentra en casi todos los moluscos y que les sirve para alimentarse
, indicó el experto, que publica el resultado de su investigación en la revista Proceedings of the Royal Society Broadora.
Mi nueva reinterpretación de los dientes muestra que se trata de moluscos primitivos
, afirma Smith.
Los moluscos –pulpos, ostras, mejillones y todo tipo de gasterópodos– engloban decenas de miles de especies, por lo cual en cantidad son la segunda ramificación animal.
Sin embargo, se conoce muy poco sobre los comienzos de su evolución.
Odontogriphus (enigma dentado
, en griego) era una especie de gusano achatado, que podía medir 15 centímetros de largo, mientras que Wiwaxia, cuya longitud iba de un milímetro a 5 centímetros, estaba cubierto de espinas y placas duras.
Esos fósiles fueron hallados en los esquistos de Burgess, en las montañas Rocallosas de Canadá, donde habrían quedado depositados durante el cámbrico medio, hace 505 millones de años.