Tenemos que hacer más pruebas, dicen investigadores de Tighar
Martes 21 de agosto de 2012, p. 38
Washington, 20 de agosto. Una misión que buscaba localizar el avión que piloteaba la pionera de la aviación Amelia Earhart, desaparecida en el Pacífico hace 75 años mientras intentaba dar la vuelta al mundo, detectó bajo el agua restos de objetos manufacturados
que podrían provenir de su avión, dijeron los investigadores.
Las imágenes, tomadas como parte del Proyecto Earhart y analizadas en un laboratorio, mostraron objetos manufacturados dispersos
bajo el agua al oeste de la isla Nikumaroro, en el archipiélago de Kiribati, en el océano Pacífico, indicaron los investigadores que integran el Grupo Internacional para la Recuperación de Aviones Históricos (Tighar, por su sigla en inglés).
Esta expedición –la décima en 23 años– filmó en julio el fondo marino cercano a la isla donde, según ellos, la aviadora podría haberse accidentado, y quizá sobrevivido algún tiempo.
Tras el análisis, los investigadores vieron en las imágenes elementos que podrían relacionarse con pedazos de tren de aterrizaje
, dijo a la Afp Richard Gillespie, director general del Tighar. Alguna cosa que podría ser un neumático, otra que podría ser un guardabarros, o una rueda...
, añadió. Es una etapa interesante
, agregó. Pero no queremos exagerar la importancia, tenemos que hacer otros análisis
.
Earhart volaba con su copiloto Fred Noonan en la última etapa de un ambicioso viaje alrededor del mundo sobre la línea ecuatorial, cuando su avión desapareció, el 2 de julio de 1937.
La aviadora, con varios récord en su haber, entre ellos el de ser la primera mujer en cruzar el Atlántico en avión, había despegado desde Papúa, Nueva Guinea, y se dirigía a la isla Howland para abastecerse de combustible, antes de volar un largo tramo final hasta California.
En lo que resultó ser su último mensaje de radio, Earhart dijo que no lograba encontrar la isla Howland y que el combustible se estaba acabando.
Varias misiones de búsqueda y rescate fueron ordenadas por el entonces presidente Franklin D. Roosevelt, pero jamás se volvió a saber de ella ni de Noonan.