El Movimiento Progresista apelará la resolución del Instituto Federal Electoral (IFE) mediante la cual el organismo exoneró tanto a Televisa como al candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Peña Nieto, de realizar una campaña encubierta en sus canales.

Para los partidos de izquierda, la investigación del organismo careció de exhaustividad, eficacia y expeditez.

En tanto, la Comisión de Quejas y Denuncias del IFE rechazó adoptar las medidas cautelares que solicitó el PRI en contra del nuevo promocional que los partidos de la Revolución Democrática (PRD), del Trabajo (PT) y el Movimiento Ciudadano difunden en sus espacios de radio y televisión. En el mensaje se cuestiona la elección y se describen sus potenciales consecuencias si se avalan los comicios presidenciales: es aceptar que se violó la Constitución, permitir que los monopolios sigan creciendo, es perdonar a gobernadores y políticos corruptos, es subastar la elección de 2018, dice una voz en off, mientras caen fichas de dominó.

Crítica fuerte, pero dentro de los límites de la libertad

Al explicar las razones, el consejero Benito Nacif, presidente de la comisión, destacó que por unanimidad los consejeros consideraron que se trata de una crítica fuerte, pero dentro de los límites de la libertad de expresión de los partidos políticos. Subrayó que su contenido dista del que tenía el promocional denominado Miles de pruebas, que debió retirarse por decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

En esta ocasión, destacó Nacif, no existe la imputación directa de un delito al partido que objetó el promocional que comenzó a transmitirse el viernes pasado. En el mismo, se muestran miles de fichas de dominó que caen en cascada, con alusiones a nombres de políticos como Salinas, Moreira y Elba Esther.

En cuanto a la impugnación, el Movimiento Progresista considera que en la resolución no se reúnen ninguno de los requisitos que previene la ley: seria, congruente, idónea, eficaz, expedita, completa y exhaustiva. En consideración de los partidos de izquierda, el IFE tardó 68 días en formular, como único cuestionamiento a los involucrados, la existencia de contratos, que, obviamente, al tratarse de hechos ocultos, la respuesta se preveía negativa.

Para el Movimiento Progresista, al no realizar la investigación, el IFE no se allegó de elementos probatorios indirectos que permitieran abundar en las indagatorias. El Consejo General confundió el conjunto de evidencias con una pretensión de sancionar hechos anteriores a la reforma constitucional de noviembre de 2007 y de hechos juzgados en otros procedimientos. Ni una ni otra cosa se hace valer en el escrito de queja.

De igual forma se considera que el IFE analizó los elementos de forma aislada –cita como ejemplo una entrevista en intercampaña–, lo cual representa una indebida integración de los expedientes. Por todo ello, el Movimiento Progresista solicitará al TEPJF que ordene al IFE subsanar tales deficiencias y resuelva de manera expedita. Todo ello para corroborar que efectivamente hubo una campaña encubierta de Televisa en favor de Peña Nieto y favorecer su imagen ante la sociedad, posicionando su candidatura presidencial para la contienda electoral.