Martes 21 de agosto de 2012, p. 27
Morelia, Mich., 20 de agosto. Habitantes de la comunidad de El Cerecito se presentaron la mañana de este lunes en la Subsecretaría de Gobernación del estado para pedir que 12 mujeres cuyos esposos murieron a manos de comuneros de Cherán reciban indemnizaciones de 100 mil pesos, igual que las viudas de ese municipio purépecha que desde abril de 2011 lucha contra la tala clandestina.
No somos talamontes. Pertenecemos a Cherán, pero por malos entendidos nos hemos enfrentado
, afirmó el encargado de orden de El Cerecito, Francisco Gabriel Romero, quien aseguró que por algunas personas de su comunidad que andaban en malos pasos
pagaron todos.
Fuera de las oficinas gubernamentales esperaban las viudas de los hermanos Jacinto y Alberto Guardián Romero, ultimados hace aproximadamente un año, así como las esposas de Jorge Magaña Jerónimo, Cristóbal Magaña Gabriel y Anselmo Gabriel Talavera, asesinados en abril, y de Salvador Gabriel Magaña, ultimado en septiembre de 2011.
Divididos por la pobreza
Gabriel Romero aseguró que desde hace cinco meses los pobladores de El Cerecito no han extraído madera en forma ilegal, sino se alquilan de jornaleros agrícolas en los campos de Tangancícuaro, Zamora y Los Reyes, entre otros municipios. “Venimos a pedir al gobierno que nos ayude. Somos un pueblo pobre de 800 habitantes que no cuenta con fuentes de trabajo, pero no somos delincuentes, como se ha querido hacer ver.
Sabemos bien que los autores de los asesinatos de nuestros compañeros fueron comuneros de Cherán, pero ya no queremos seguir con este pleito. Pedimos al gobierno que ayude a terminar con el conflicto y que apoye a nuestras viudas como hicieron con las de Cherán. Nos acusan de talamontes, pero no tenemos ningún recurso ni empleo para sostener a nuestras familias y muchos recurren al bosque, que también fue de nuestros antepasados.
Dijo que no sabe por qué los de Cherán los ven como delincuentes, si en las dos comunidades hay familiares. Hace seis años que nos reconocían bien, pero desde hace unos cuatro años nos responsabilizaron de robo de madera, que no cometimos, y después comenzaron los enfrentamientos
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