Santiago, 4 de agosto. Una marcha y un acto cultural marcaron hoy en esta capital el arranque de un nuevo mes de protestas de estudiantes chilenos, en una jornada bautizada como el Día de las Movilizaciones Sociales, en conmemoración de la masiva convocatoria del 4 de agosto de 2011, recordada como fecha signada por la represión y la criminalización de sus demandas.

Hoy comienza un mes de protestas. La ciudadanía quiere expresar voluntad de cambio frente a un gobierno que ha querido desplegar su agenda de manera autoritaria y no ha dejado ningún espacio de diálogo, afirmó el portavoz de la Confederación de Estudiantes de Chile, Noam Titelman.

Esta movilización representa además la antesala de la marcha nacional que se prepara para el próximo 8 de agosto, con la que el movimiento estudiantil se dispone a impulsar nuevas jornadas en reclamo de educación pública y gratuita de calidad, como lo hizo a lo largo del año pasado.

La manifestación de este día culminó con un acto cultural frente al Museo de Bellas Artes, situado en el Parque Forestal de Santiago. Se conmemoró así un año del histórico cacerolazo por la educación pública y para reivindicar el derecho a la protesta ciudadana.

El gobierno derechista de Sebastián Piñera impulsa un proyecto de ley frente a las movilizaciones estudiantiles, el cual ha sido rechazado por un centenar de agrupaciones gremiales y sindicales, porque su objetivo es criminalizar las protestas.

A la manifestación de estudiantes universitarios, de educación media y de secundaria se sumaron representantes del Colegio de Profesores, de la Coordinadora de Padres y Apoderados, así como organizaciones sindicales y de artistas.

Chile ha cambiado. Las cosas ya no son como en los tiempos del triunfalismo neoliberal. Hoy somos actores de un proceso que avanza y exige verdadera democracia en todas las calles de Chile, señala la convocatoria, denominada El día de todas las voces.

El comunicado denuncia la falta de respuesta a las demandas populares, lo cual se deriva de una institucionalidad heredada de la pasada dictadura militar.

Entre los reclamos de los organizadores de la protesta sobresalen el derecho al trabajo digno, educación gratuita, recuperación de los recursos naturales, salud de excelencia y fin a la militarización de la Araucania, donde los indígenas mapuches reclaman tierras ancestrales.