Londres, 30 de julio. El presidente de la comisión médica del Comité Olímpico Internacional (COI), Arne Ljungqvist, dijo que no tenía motivos para dudar de la hazaña de la joven nadadora china Ye Shiwen, ganadora del oro en 400 metros combinado con récord mundial, el pasado sábado.

La atleta china de 16 años no sólo mejoró en 1.02 segundos la marca del orbe en la prueba, sino que en los últimos 50 metros fue, con 28.93 segundos, más rápida incluso que el estadunidense Ryan Lochte.

En este caso específico en natación, no, personalmente no tengo ninguna razón para no aplaudir lo que sucedió, declaró Ljungqvist, también vicepresidente de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA).

“Sospechar de alguien porque ha realizado un resultado extraordinario es un poco triste para el deporte olímpico. Si por cada mejoría repentina de resultados o victoria sorpresa hubiera que sospechar a priori una trampa, el deporte estaría en peligro, porque rompería el encanto”, agregó.

Sin embargo, admitió que una mejoría inmediata de resultados forma parte de los elementos a considerar por la célula especial antidopaje, que durante el periodo olímpico recopila cualquier prueba o información con el fin de cazar a los atletas que se dopan.

El resultado de Shiwen se convirtió en tema de conversación. Es impresionante. Si hubiera estado en carrera conmigo a lo mejor me habría ganado, dijo Lochte. Su compatriota Michael Phelps abundó: A mí me habría superado también; superó a la mayoría de los chicos del 4x100.

El estadunidense John Leonard, presidente de la Asociación Mundial de Técnicos de Natación, calificó de inverosímil e inquietante el tiempo realizado por Shiwen, y evocó el triunfo de la irlandesa Michelle Smith, en Atlanta 1996, en la misma prueba. Dos años después, Smith fue sancionada por dopaje.

Shiwen defendió el resultado. No hay ningún problema de dopaje; el equipo chino tiene una política firme.

Jiang Zhixue, jefe antidopaje de la Administración General del Deporte de China, afirmó que las sospechas no son justificables: Nuestros atletas se han sometido a cerca de 100 pruebas de detección de drogas desde que llegaron aquí.