Las semejanzas y las divergencias entre dos maneras de ver el mundo constituyen el eje de la exposición Miradas comparadas en los virreinatos de América: México y Perú, inaugurada el hace unos días en el Museo Nacional de Historia Castillo de Chapultepec.

Organizada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), de México, y el estadunidense Museo del Condado de Los Ángeles (LACMA, por sus siglas en inglés), la muestra confronta, de forma comparativa, el desarrollo de la cultura y el arte en ambas naciones desde el siglo XV hasta el XIX.

Para ello se vale de 170 piezas procedentes de 40 colecciones públicas y privadas del país y otras naciones, como Estados Unidos, Perú, Chile, España y Francia. Entre los objetos exhibidos se encuentran pinturas, esculturas, códices, manuscritos, textiles, queros (vasos ceremoniales) y piezas de arte plumario.

También puede apreciarse una importante serie de piezas representativas de los dos imperios más grandes del continente americano en la época prehispánica: el mexica y el inca, que luego de la Conquista se convirtieron en los principales virreinatos de la corona española.

Antes de llegar a México la muestra se presentó en el LACMA, con el título Contested Visions in the Spanish Colonial World, donde, según el INAH, fue apreciada por más de 60 mil personas y elegida por el periódico Los Angeles Times entre las diez mejores exposiciones del año.

De acuerdo con su curadora, la historiadora del arte Ilona Katzew, Miradas comparadas en los virreinatos de América... busca resaltar los puntos en común y las diferencias entre México y Perú dentro del complejo panorama social y artístico de América Latina durante la Colonia, si bien hace lo propio con lo ocurrido en la recta final de la época prehispánica.

También jefa del departamento de arte latinoamericano del mencionado museo estadunidense, la especialista sostiene que con este proyecto se busca enfatizar que la conjunción de culturas, contra lo que se sostiene, no se trata de un mero proceso de sincretismo.

Eso, afirma, es una manera de simplificar en demasía el tema. Estamos hablando de culturas, entidades políticas, señoríos con sus propias formas de existir.

Explica que para sobrevivir en esa nueva entidad política que era la Nueva España, lo que se dio tanto entre los españoles como entre las diversas culturas indígenas fue un proceso de negociación y de acomodo mutuo.

Ambas partes tienen que aprender a existir consigo mismas. Y eso se proyecta no sólo a nivel social, cultural y político, sino también en las artes. Finalmente, eso es lo que pretende reflejar esta exposición, dice Katzew.

Para su mejor comprensión, la muestra está dividida en seis núcleos temáticos. El primero lleva por nombre Tenochtitlán y Cuzco: antecedentes prehispánicos; en él se ofrece una introducción al mundo donde se desarrollaron los culturas mexica e inca.

Estilos antiguos de la nueva era es el nombre de segundo, en el cual se da ejemplo de la significativa importancia del arte plumario para ambas culturas. El tercero, Mitos, conquistas y sociedades el Nuevo Mundo, presenta obras que ilustran aspectos de la Conquista y el nuevo orden social tras la implantación del gobierno español.

El cuarto y el quinto núcleos, El panorama devocional y el indio como buen cristiano, y Festivales indígenas y ritos sagrados, están dedicados a cómo los indígenas en ambos territorios asumieron la religión católica y mantuvieron muchas de sus tradiciones prehispánicas durante la etapa colonial.

Por último, en Memoria, genealogía y tierra se detalla cómo al final del virreinato las poblaciones nativas apelaban al reconocimiento de su linaje noble para evitar la usurpación de sus tierras.

Miradas comparadas en los virreinatos de América: México y Perú permanecerá abierta al público hasta el 7 de octubre en las salas de exposiciones temporales del Museo Nacional de Historia Castillo de Chapultepec.