Salzburgo, 26 de julio. La edición 92 del Festival de Verano de Salzburgo, ciudad natal de Wolfgang Amadeus Mozart, que tradicionalmente reservaba la interpretación de las grandes óperas del compositor a la prestigiosa Filarmónica de Viena, cede este año el protagonismo a las orquestas barrocas con instrumentos antiguos.

Por primera vez, el director austriaco Nikolaus Harnoncourt, padre de la corriente de renovación barroca, interpretará una de las óperas más conocidas de Mozart, La flauta mágica, al frente de su orquesta de instrumentos de época, el Concentus Musicus Wien. La nueva producción abre el ciclo de óperas del festival este viernes.

Hasta entonces, Harnoncourt, figura representativa del Festival de Salzburgo, siempre había dirigido la Filarmónica de Viena.

Es algo inédito. Para mí es importante, manifestó el nuevo director artístico del encuentro, Alexander Pereira.

Pienso que será uno de los grandes acontecimientos del festival, adelantó.

El año pasado, también por primera vez, la ópera Cosi fan tutte, de Mozart, había sido confiada a una orquesta extranjera, Les Musiciens du Louvre-Grenoble, dirigida por el francés Marc Minkowski, otro gran especialista en el barroco, pero en una producción ya estrenada.

“Para las óperas de Mozart fuimos los pioneros en 2005 con Mitrídates, obra no muy conocida que se había interpretado muy poco”, cuenta Minkowski. “Confiarnos después el Cosi fan tutte, pieza que forma parte del acervo de la Filarmónica de Viena, era algo inédito”, aseveró.

Este año, Minkovski vuelve a Salzburgo con sus músicos para interpretar Tamerlan, de Georg Friedrich Haendel.

Paradójicamente, Austria fue la madre de toda la corriente de renovación barroca, dado que fue Nikolaus Harnoncourt quien fundó en Viena su Concentus Musicus, en 1962, recordó Minkowski. “Fue él quien inició la revolución, al grabar por primera vez los Conciertos de Brandeburgo de Bach con cuerdas de tripa, flautas de madera, clavicordio y trompetas naturales”.