Madrid, 19 de julio. Ajenos a la protesta social en las calles, los 180 diputados del conservador Partido Popular (PP) aprobaron en el Congreso de los Diputados, gracias a la mayoría absoluta obtenida el pasado noviembre, el plan de recortes de 65 mil millones de euros anunciado por el gobierno la semana pasada. En el paquete también se incluye el incremento del IVA a 21 por ciento, la supresión del plan de dependencia, al dejarlo sin financiamiento, y las medidas contra los desempleados, pensionistas y enfermos.

Todos los grupos de la oposición votaron en contra y advirtieron al presidente Mariano Rajoy que su política traerá al país más desempleo, pobreza, indignación y desigualdad.

La sesión parlamentaria, trascendental por el contenido del paquete, transcurrió sin los aplausos ni insultos de la semana pasada.

El responsable del gobierno de defender el plan fue el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, quien afirmó que hay que renunciar a lo que no es financiable, a lo que no es posible, y hay que explicarlo con claridad, sin subterfugios. Lo que no se puede pagar es ineludible quitarlo, porque lastra la vida de los ciudadanos. Nos conviene hacerlo, nos conviene renunciar si queremos éxitos. Hay que reducir servicios públicos porque nos conviene para crecer.

La oposición en pleno rechazó el plan y advirtió sobre las severas y nefastas consecuencias que tendrá para el futuro del país y para la economía.