Huehuetoca, Méx., 12 de julio. La inhabilitación del refugio migratorio del municipio de Tultitlán y los cientos de indocumentados que vienen en camino tras 20 días de estar varados en Veracruz rebasa a las autoridades locales de este municipio, quienes carecen de personal e infraestructura adecuada para atenderlos, manifestó Marco Vera Román, titular de la Defensoría de Derechos Humanos municipal.

Por ello pidió al gobierno del estado de México, al Instituto Nacional de Migración (INM) y al ayuntamiento trazar un plan de acción para atender el flujo migratorio de ciudadanos centroamericanos, pues dijo, este municipio, que queda al paso de los migrantes, carece de infraestructura y personal para atender a las decenas de viajeros.

Con el cierre del refugio migratorio de Tultitlán, el martes pasado, la situación se va a complicar aquí en Huehuetoca, porque no se tiene la infraestructura necesaria para brindar atención en todo momento a los migrantes, dijo el funcionario local.

Vera Román estimó que por lo menos 50 migrantes cruzan cada día por la zona de vías del tren de esta cabecera municipal, y su temor, dijo, es lo que pudiera ocurrir cuando pasen por aquí los cientos de centroamericanos varados durante 20 días en municipios del sur de Veracruz.

Dijo que la defensoría sólo cuenta con dos servidores públicos, él y su auxiliar, y ni siquiera tienen un vehículo propio para recorrer la ruta migratoria y poder auxiliar a los viajeros, situación que limita la capacidad de respuesta de las autoridades locales.

El defensor de los derechos humanos explicó que con la construcción del Tren Suburbano Cuautitlán-Bellavista fueron cercados varios kilómetros de tramos ferroviarios, y ello implicó el desplazamiento de migrantes hacia municipios del norte del estado como Huehuetoca y Apaxco.

Necesitamos tomar acciones rápidas con el gobierno mexiquense y el municipio, comentó Vera Román, y agregó que lo fundamental será asumir medidas coordinadas para salvaguardar la seguridad de los viajeros.

A un kilómetro del palacio municipal está la zona de vías del tren, continuidad de la colonia Lechería de Tultitlán. Unos 50 migrantes deambulan por las calles del municipio. Algunos piden dinero o alimentos a transeúntes.

Llegamos al refugio de Tultitlán, pero no existe más. Nos dijeron que ahí nos podrían dar alimento, descanso y aseo, pero ya no hay nada, lamenta Vicente Guzmán Membreño, de 24 años, procedente de Honduras, quien con dos compañeros consume gorditas de chicharrón y refrescos en la cabecera municipal de Huehuetoca.

Mi niño tiene dos años de edad y el otro, cuatro; pasamos la noche en un cuarto que nos prestaron, cuenta Bralin Hernández García, hondureño que viaja con su esposa y dos hijos.

La esposa de Bralin tiene lastimado el pie izquierdo, apenas si camina; dice que se lastimó al bajar de un tren, pero que aun en esas condiciones la familia seguirá su camino hacia Estados Unidos.