n una entrevista con Fareed Zakaria desde CNN, Enrique Peña Nieto (EPN), cuyo triunfo es cuestionado ante monumentales irregularidades (compra y coacción del voto, etc.), que en cualquier nación acarrearía la anulación de las elecciones, aclaró que en materia de seguridad su agenda es la apuntada
por Estados Unidos: continuar la guerra irregular
, esto es, seguir desangrando y desestabilizando a México como desde 2007, bajo la pantalla de “guerra al narco”, generando hiperviolencia con efectos demográfico-territoriales vistos con atención por el Comando Norte del Departamento de Defensa (DdD).
Lo que aquí es un trauma nacional, para Estados Unidos es oportunidad para colocar tropa y contratistas
en territorio mexicano e incidir en la toma de decisiones sobre seguridad interna. Incluso es excusa para plantear la invasión militar, como hizo el gobernador de Texas, estado que, como Arizona, deriva ventajas del gran desalojo
de mexicanos: la violencia expulsa miles de trabajadores, empresarios, fábricas y grandes fortunas hacia Mission, Houston, Phoenix, etc. Allá genera un boom, acá, pueblos fantasmas, desempleo y grandes vacíos geográficos, con riesgo de desgaje territorial. Es un cuadro alentado por el lavado de dinero y el magno flujo, rápido y furioso
, de armas de alto poder hacia cárteles y otros entes armados
que operan en el país y en los estados norteños.
EPN aseguró al Wall Street Journal que no cambiaría, sólo ajustaría, la actual estrategia anticrimen de Calderón
, enfatizó el papel de la Policía Federal y luego anunció que Óscar Naranjo, ex general y ex director de la policía colombiana, le asesoraría en materia de seguridad. El pedigree de Naranjo, rigurosamente analizado por Carlos Fazio (La Jornada, 30/6/12, p. 2 y ss), lo convierte en un producto de exportación estadunidense
, cuya primera recomendación a EPN, según la Ap, fue crear grupos de choque mixtos
(Ejército, Armada, policías) para combatir al narco y sicarios
... concentrando los esfuerzos en las regiones de mayor conflictividad
, es decir, alborotando el avispero con grupos de choque
, en la frontera con Estados Unidos. ¿Para qué? ¿llevar la explosión hasta las calles de Chicago o NY y que nos bajen la frontera hasta Monterrey?
La experiencia de Estados Unidos en la formación y uso de pelotones de asesinato (paramilitares) para implantar regímenes de terror de Estado
, impulsados y financiados desde el Plan Colombia con resultados atroces para la población rural y urbana, es para el DdD (junto al uso de drones
para matar o espiar, ya avalado por EPN), aplicable a otras naciones de interés, sea por los “corredores energéticos o minerales en su territorio (Afganistán) o por su dotación de petróleo (Irak, Nigeria, Irán, etc.) y por tanto de valor para las petroleras y la seguridad nacional
estadunidenses, máxime cuando se agudiza el agotamiento de los estratos baratos, de fácil acceso y alta calidad de hidrocarburos (peak oil) y otros recursos vitales.
Aunque la conjunción de intereses empresariales y de seguridad de Estados Unidos, encarnada por Negroponte, asumió que una mayor privatización de Pemex era asunto políticamente delicado
que debía ser debatido (La Jornada, 13/1/11), todo indica que la decisión se realizó a puertas cerradas en el PRI, en el PAN –¿y en la embajada
?– porque días después EPN fue a Estados Unidos a anunciar que acataría esa directriz y pronto el PAN se pronuncio por profundizar las reformas estructurales
del FMI-Banco Mundial-BID vigentes por 30 años, devastando población, el aparato productivo y el empleo, fuente prima del caldo de cultivo de la criminalidad que Estados Unidos dice combatir
con la Iniciativa Mérida, el esquema de intervención/ocupación con que, a decir de G. Thompson (NYT/VII/11) se despliegan en México agentes de la CIA/DEA, militares retirados y contratistas de seguridad
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Coda: luego del bochorno electoral de 2012, en EPN confluyen, además de la ilegitimidad comicial y el poder de la televisión, el refuerzo de la autocracia presidencial: como en Estados Unidos, luego del 11/S, acá se auspicia la usurpación legal
de funciones judiciales y legislativas por el Ejecutivo vía la nueva Ley para la Evaluación y Aprobación de Tratados (La Jornada 27/4/12). De ser aprobada por el Senado, sería una hazaña de homologación con el imperio, en que el PRIAN nos abre al ingreso de naves, equipo y tropa extranjera o al envío de soldados al exterior. Porfirio Muñoz Ledo advirtió que con esa ley se están convirtiendo los acuerdos ejecutivos para darles el valor de tratados, violentando el equilibrio de poderes, convalidando los ya suscritos y suplantando al Senado con una simple notificación por parte del Ejecutivo
y el diputado Jaime Cárdenas fue a su fondo geoestratégico: detrás de esta ley está el interés en el petróleo, los minerales, el agua, la biodiversidad y el deseo de imponer a México las estrategias de organismos financieros en materia de soberanía económica y alimentaria
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