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Ver día anteriorSábado 23 de junio de 2012Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Andanzas

El tiempo de la danza

E

ste verano, la Danza Contemporánea (DC) impera en el Palacio de Bellas Artes y se hace justicia a la oportunidad que desde hace tiempo merecen los grupos mexicanos fogueados en el Teatro de la Danza, en el Covarrubias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en el Teatro de la Ciudad, etcétera.

Carmen Bojórquez y el laborioso equipo de la Coordinación Nacional de Danza han programado todo, con gran visión y entusiasmo, empezando con Tania Pérez Salas, y un suculento Ciclo de Danza Contemporánea, que incluye dos importantes compañías extranjeras y un par de grupos folclóricos un tanto disonantes en el impulso y el menú de la DC, además del final del concurso de Canal 22, Opera Prima.

Ojalá llegara el momento en que los maravillosos grupos de danza folclórica de la República Mexicana lograran también temporadas en el Palacio de Bellas Artes, para compartir el espacio destinado por el ex presidente Adolfo López Mateos, en exclusiva a doña Amalia desde hace ya muchas décadas, o como hicimos en la UNAM hace años con los encuentros anuales de coreógrafos y las temporadas del folclor de casi todas las regiones del país.

Pero lo importante es que se permitan, con amplitud y categoría, grupos con potencial, que inicialmente, alguna vez también impulsó la UNAM con las temporadas La joven danza mexicana, en el teatro de Arquitectura, en el Miguel Covarrubias y en los múltiples foros extramuros de la universidad, donde tantos grupos nuevos experimentaron la fuerza de la práctica escénica, hoy muchos de ellos convertidos en compañías maduras.

Dado el silencio y hermetismo que se ha guardado por décadas al respecto, es importante mencionar que lo que señalo ahora no corresponde a que me dé una perfumada de ego, nostalgia o protagonismo, sino que son hechos que forman parte del desarrollo de la historia de la danza en la UNAM, en un proceso de tremendo trabajo y organización de muchísima gente, así como en la televisión del Canal 11, La otra danza, donde participaron tantos grupos hoy bien conocidos y de repercusión en el ámbito mexicano, lo cual, desgraciadamente, no existió o ni se menciona, pues no cuadra a esa banda sui generis que manipula la historia como conviene a su desmedida ambición y a sus limitadas iniciativa y creatividad.

Soy periodista cultural y crítica de danza, quien vivió en este ámbito desde la infancia, sin necesidad de subirme al tren ya con las piernas largas, y quien denuncia que hace mucha falta de claridad y objetividad en el trabajo profesional de esa disciplina, para evitar repetir errores del pasado, como el endiosamiento de dos o tres grupos acaparadores del presupuesto, finalmente estancados o extintos.

De vuelta al tema. Tania Pérez Salas se presenta el 27 de junio a las 20 horas, y el 30 a las 13 y 17 horas, en Bellas Artes, aunque no en el ciclo mencionado. La compañía Delfos, de Claudia Lavista y Víctor Ruiz, festeja aniversario y se presenta el 17 de julio a las 20 horas. El Cuerpo Mutable, de Lydia Romero, también festeja un año más y presentará Rituales, el 19 de julio a las 20 horas. Antares, de Miguel Mancilla estará el 24 de junio a las 20 horas. Sodre, Ballet Nacional de Uruguay, dirigido por Julio Bocca, extraordinario bailarín argentino, estrella de famosas compañías europeas, hará su presentación el 28 de junio a las 20 horas, en única función. Sidi Larbi Cherkaoui, renombrado coreógrafo francés, cuyas obras don producto de su experiencia con monjes budistas del shaolin, actuará el 10 y 11 de julio a las 20 horas.

Así, con la creación del grupo Ceprodac de DC, patrocinado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y el Instituto Nacional de Bellas Artes y otros tantos, en la próxima temporada de Perfiles, en diversos teatros de la ciudad se estarán presentando diversos grupos con la evidente compulsión que vive este tipo de danza en el país, pues parece que los jóvenes encuentran más afín la DC que el ballet, el cual exige una perfección ineludible en su estructura de movimiento y lenguaje académico desde la infancia, a cambio de la libertad de movimiento infinita que ofrece la DC.

Esta nueva oleada de bailarines y coreógrafos tal vez tengan oportunidad, si saben manejar su carrera, de convertirse en estrellas capaces de brillar en el firmamento internacional.