Espectáculos
Ver día anteriorViernes 22 de junio de 2012Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

El genio del latin jazz se presenta hoy y mañana en el Centro Cultural Roberto Cantoral

Mi versión de Piazzolla sólo la puedo explicar con música: Paquito D’Rivera

Homenajeará al artista argentino, cuya obra está en proceso de experimentación, dice

 
Periódico La Jornada
Viernes 22 de junio de 2012, p. 8

Todo Piazzolla me gusta, me agrada; nada de él me es difícil de tocar. Al contrario, en muchos lugares del mundo su música está en proceso de experimentación, expresó en entrevista el genio del latin jazz Paquito D’Rivera, quien hoy y mañana ofrecerá un concierto en el Centro Cultural Roberto Cantoral de la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM).

Paquito dijo sentirse halagado de estar en México, donde, dice, se siente como en su casa. La idea de tocar a Piazzolla fue de Maribel Torres y de Eugenio Elías, quienes me preguntaron por qué no venía a México para homenajearlo. Ampliar un poco mi quinteto, el de siempre, con el percusionista mexicano Miguelito Cruz y el bandoneonista argentino Héctor del Curto. Daremos una visión distinta, es decir, mi interpretación de ese gigante que fue Piazzolla.

Genuino y refinado, Paquito D’Rivera es considerado el referente más importante del latin jazz en el mundo. Ha grabado ocho álbumes y ganado ocho Grammys.

Nacido en La Habana el 4 de junio de 1948, Paquito D’ Rivera fue un niño prodigio: empezó sus estudios musicales a los cinco años. A los seis ya actuaba en público y a los siete se convirtió en el integrante más joven de la compañía Selmer.

De apenas 10 años, D’Rivera actuó en el Teatro Nacional de La Habana. Ingresó al Conservatorio de La Habana a los 12 para estudiar clarinete, composición y consonancia. En 1965, D’Rivera, de 19 años, ya todo un virtuoso del clarinete y el saxofón, actuó por primera vez como solista con la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba. Ese año D’Rivera y el pianista Chucho Valdés, fundaron la Orquesta Cubana de Música Moderna, de la cual fue director por más de dos años.

Paquito y otros músicos formaron Irakere, explosiva mezcla de jazz, rock, clásica y tradicional cubana, que recorrió América y Europa.

En 1978 se trasladó a Estados Unidos, con el apoyo del maestro Dizzie Gillespie. Allí comenzó su colaboración con músicos como Arturo Sandoval, Roditi, Michel Camilo y Bebo Valdés. Posteriormente grabó con la Orquesta Sinfónica de Londres, con dirección de Lalo Schifrin, y en 1995 por primera vez con el Caribean Jazz Project.

Música y más música

Mi interpretación de Piazzolla sólo la puedo explicar con música; cuando estén en el teatro se darán cuenta, precisó. “La mía es una versión totalmente distinta y libre; incluyo un arreglo a una pieza de él a ritmo de danzón.

Foto
Paquito D’Rivera, durante la entrevistaFoto Jesús Villaseca

Para mí no es difícil tocar a Piazzolla; me es muy natural. Me siento muy afín, pues siempre me ha gustado. Por lo menos así me siento, muy a gusto con su música. A la pregunta de cómo relaciona el latin jazz con el tango, que en gran medida tiene una esencia que los argentinos llaman mugre, calle, noche, contestó que lo de él es una adaptación muy propia. “Todo lo que escribió me llama la atención. El concierto para bandoneón es una pieza linda, pero si nos detenemos en cada una de sus composiciones podemos decir que fue particular. Lo interesante es que haya llamado la atención –en poco tiempo– de músicos clásicos, de pop y otros géneros, en todo el mundo. Esto a pesar de que el nunca intentó que otros tocaran su música.

“Hoy, mucha gente experimenta con su música; hay orquestaciones de su obra; esto es, para orquestas grandes, aunque grupos pequeños han puesto letra a algunas de sus piezas.

Su música es activa. Piazzolla tiene influencia de Bach, que le gustaba muchísimo; por ello hace buena mezcla con el tango.

El bandoneón, añadió, en lo que mostrará hoy y mañana crea un gran contraste, pero esa es la idea. “Tocaremos 90 minutos, en esa sala nueva que lleva el nombre de un gran compositor que admiro mucho, don Roberto Cantoral, quien hizo bolerones lindos, como El reloj y La barca. Supongo que cuando hizo El reloj andaba dolido: del dolor a veces salen cosas lindas. ¡Mira nomás lo que salió de la esclavitud, algo tan triste… el jazz! ¡C’est la vie!”

El domingo viajará a Nueva York para estrenar un ballet del coreógrafo José Limón. “Escribí una pieza de un coreógrafo brasileño. El estreno será en el Parque Central el próximo 30. El ballet se llama Damas de blanco. Estoy grabando un disco que es una mezcla de jazz con música clásica. Sobre el tema de las grabaciones, voy al día, no tengo tiempo de pensar en el futuro”, dijo y soltó una carcajada.

Lo más reciente es un disco con Bertha Rojas, guitarrista paraguaya. Él toca el saxofón. Finalizó expresando que le gustaría grabar un disco con Armando Manzanero, en vivo y bien hecho.