Varsovia, 8 de junio. Grecia, acostumbrada a arruinar la fiesta a los equipos locales, volvió a ser fiel a su historia, al inaugurar la Eurocopa con empate 1-1 ante Polonia, en el Estadio Nacional que registró lleno con 56 mil espectadores.

Robert Lewandowski puso el 1-0 por los locales al minuto 17, pero Dimitris Salpingidis empató al 51. El capitán griego, Giorgos Karagounis, erró un penal que podría haber dado la victoria a su equipo, en un partido que terminó con dos expulsiones.

En 2004 Grecia conquistó sorpresivamente la Eurocopa, tras derrotar dos veces al anfitrión Portugal, la segunda ocasión en la final.

Las expulsiones, la ventaja numérica desperdiciada por Polonia y la pena máxima fallada por Grecia con el encuentro igualado permiten hablar de un duelo que tuvo más tensión que buen juego.

Polonia encontró una autopista por su banda derecha y creó continua superioridad ante Holebas, quien no recibió ayuda. Así llegó el primer gol del partido.

La acción ocurrió al 17, cuando Piszczek centró desde ese costado. El arquero Chalkias entregó todo el ángulo con su pésima salida y el ariete Lewandowski se levantó con categoría para marcar de cabeza.

Para entonces, Polonia había acumulado un par de ocasiones más de marcar. En cambio Grecia tuvo un cabezazo desviado de Gekas en tiro libre. Fue su única oportunidad en la primera parte.

El tanto apaciguó los ánimos de Polonia, que vivió tranquila sólo con las líneas juntas y tirar contrataques de vez en cuando.

Grecia recibió su segundo golpe al 44, cuando el árbitro español Velasco Carballo mostró su segunda tarjeta amarilla a Papastathopoulos, por una falta inexistente.

El rumbo del encuentro varió sensiblemente con sólo cinco minutos transcurridos en la segunda parte. Sin aparente esfuerzo, Grecia igualó.

La acción nació de una subida por la banda derecha de Torosidis, quien centró buscando a Gekas. El balón quedó muerto ante la indecisión de la defensa polaca y Salpingidis empujó a la red.

El duelo vivió otro episodio importante al 69, cuando el árbitro decretó penal por un derribo en el área de Szczesny sobre Salpingidis y expulsó al arquero polaco.

Entró Przmyslaw Tyton en su lugar, rezó antes de situarse bajo los palos y repelió con lance a su izquierda el anunciado lanzamiento de Karagounis.

Varsovia estalló de júbilo, aunque el encuentro había recuperado la paridad numérica. Dentro de sus imperfecciones, el final fue vibrante, con llegadas de ambos conjuntos.

El técnico local, Franciszek Smuda, se mostró tranquilo: Un punto ya es algo. Es verdad, cometimos errores, sobre todo al recibir el gol, pero el primer partido termina a menudo con un empate. Al menos no perdimos.

Por su parte, el timonel de Grecia, el portugués Fernando Santos, dijo estar satisfecho con el resultado y se quejó de la expulsión a su equipo: No creo que haya sido justificada la salida de Sokratis, pero pudimos mantener la presión constante y jugamos un buen segundo periodo.