Pequeños productores han perdido la mitad de sus hatos, asegura dirigente de ganaderos
Jueves 7 de junio de 2012, p. 36
La sequía en Durango ha causado la muerte de 110 mil reses y que pequeños productores se hayan quedado sin hatos, aseguró Heriberto Soria Quiñones, presidente de la Unión Ganadera del estado. Señaló que varios productores han vendido se ganado hasta en mil pesos por cabeza, antes que perderlo por inanición.
El dirigente explicó que la mayoría de los pequeños productores duranguenses perdieron la mitad de sus animales y la otra tuvieron que venderla poco a poco para subsistir, hasta quedarse sin ganado.
Esta situación es común en Durango, sobre todo en los municipios de Santa Clara, Simón Bolívar, San Juan de Guadalupe y Peñón Blanco, donde está el mayor número de pequeños productores, indicó. Agregó que un criador de este tipo tiene hasta 20 animales, pero ahora sólo conservan de ocho a 10, y algunos prácticamente se quedaron sin vacas ni becerros.
Las organizaciones han solicitado a las secretarías de agricultura y ganadería federal y estatal programas de apoyo directo para recuperar sus hatos, aunque primero deberá terminar la sequía, hacer un recuento de animales y determinar en qué municipios es factible la repoblación de ranchos.
Soria Quiñones afirmó que los hatos de los grandes productores también mermaron, pero exportaron becerros a Estados Unidos a buen precio e incluso enviaron 180 mil terneras y vacas.
El director regional de la Comisión Nacional (Conagua) del Agua en Sonora, César Bleizeffer Vega, informó que las presas del estado se encuentran a 48.6 por ciento de su capacidad, uno de los niveles más bajos en los 10 años recientes.
A su vez, pobladores de comunidades rurales del municipio de Jaumave, Tamaulipas, exigieron la intervención del gobierno estatal porque la Conagua entregó concesiones para riego de 300 hectáreas de limón, lo cual los pone en peligro de quedarse sin servicio para sus cultivos de maíz y frijol.