Integrantes de varios pueblos indios le rinden homenaje en el poblado de Nurio
Martes 5 de junio de 2012, p. 16
Nurío, Mich., 4 de junio. Con el himno zapatista tocado por la banda del pueblo, seguido por más de mil purépechas de la región con el puño izquierdo en alto, además de representantes de diversos pueblos indígenas del país, hoy se dio el último adiós a Juan Chávez Alonso, luchador social, defensor de la tierra y del territorio, hermano mayor
del Congreso Nacional Indígena (CNI). Su madre, Francisca Alonso, de 93 años; su esposa, Celia Rodríguez, y sus hijos y nietos encabezaron la ceremonia luctuosa.
Hermano Juan Chávez, hoy te decimos que las semillas que has sembrado a lo largo de todo el país están creciendo y nos ayudan a hacer frente a las inmensas dificultades que viven todos los territorios de nuestros pueblos
, señaló José Cruz, comunero de Milpa Alta, en el mensaje leído en nombre del CNI. Después vinieron los saludos del pueblo yaqui de Sonora y kumiai de Baja California. Además, los mensajes hechos llegar de España, Francia y Estados Unidos.
La trascendencia de Juan Chávez, su espíritu combativo y su firmeza, al no ceder un ápice a los ofrecimientos de los gobiernos en turno
, hicieron de su despedida un acto de resistencia y solidaridad. Tres gigantescas mantas, una de los purépechas, otra del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y una más del CNI fueron colocadas en la plaza central, frente a la jefatura de la tenencia de la tierra, donde se le rindió homenaje después del servicio religioso.
No le llegamos a la estatura al tata Juan. No tuvimos los calzones para seguirle el paso, por eso ahora nos deja ese compromiso. Tata Juan vivió siempre en la lucha, jamás lo compraron. Creía en la libertad y en la autonomía, no en los programas gubernamentales como Oportunidades. No se dejó comprar como muchos de sus compañeros desgraciados que se vendieron el gobierno
, expresó el religioso Pancho durante la combativa misa de cuerpo presente.
Los comuneros de Cherán, actualmente en lucha por la defensa de sus bosques, se hicieron presentes, al igual que los de Nahuatzén y de otras comunidades de la meseta purépecha, quienes caminaron con el ataúd en hombros por las calles principales de Nurio, hasta llegar al panteón comunitario, donde fue colocada encima, antes de que lo cubriera la tierra, una bandera del EZLN recién confeccionada por jóvenes de Morelia.
La noche anterior decenas de purépechas velaron el cuerpo, colocado en un pequeño cuarto lleno de flores, velas y diversas imágenes. Una foto de él con el subcomandante Marcos fue colocada al centro. Las paredes se llenaron de carteles y recortes de periódicos de toda una vida de lucha. Una imagen de la comandante Ramona, con quien compartió la fundación del CNI en octubre de 1996; una cartulina con los Acuerdos de San Andrés, que él ayudó a construir y después luchó por su cumplimiento; fotografías de Juan Chávez en los años 70 labrando la tierra, y muchas más de los zapatistas. Además, con su inseparable gabán y sombrero.
Mi padre fue una persona de ideales y lucha. Siempre de defender. Fue un hombre con buenas causas por el bien de los pueblos. Hoy tenemos un dolor muy fuerte, porque este árbol se nos acaba de partir
, expresó su hija Margarita Chávez, quien lo acompañó en muchas batallas.
Su pensamiento político es escuchado en toda la región. Del sistema político actual, decía, no se puede esperar nada. Destruyeron la Constitución. Ahora las leyes favorecen al poderoso, al rico, al que tiene el poder político. Las leyes no favorecen a los trabajadores, el pueblo de México, las comunidades, a nuestros pueblos indígenas. A nadie. Todo está orientado a fortalecer ganancias a los empresarios, a los capitalistas. Para el trabajador, pura pobreza, dolor, desesperación y sufrimiento. No hay futuro para los jóvenes o para los niños en esas condiciones
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