Atrincherados con botellas de vidrio rellenadas al parecer con gasolina y estopa, presuntos integrantes de Asamblea de Barrios en la delegación Cuauhtémoc impidieron el cumplimiento de una orden judicial que determinaba la recuperación del inmueble localizado en la calle Libertad número 61, en la colonia Peralvillo.

El predio, ocupado de manera ilegal por Angélica Orozco Maldonado, fue objeto de un juicio que ganó la propietaria, Eugenia López Gutiérrez, en las tres instancias (sentencia, apelación y amparo). Pese a ello, la octogenaria, quien lleva casi una década en procesos judiciales para recuperar su patrimonio, no pudo hacerlo porque policías capitalinos eludieron la responsabilidad de dar cumplimento a la orden dictada por el juez 72 civil, según el expediente 134/2008.

El pasado jueves 31 de mayo, al llegar al predio para dar cumplimiento a la sentencia, abogados y fedatarios detectaron la presencia de hombres cubiertos del rostro en los techos del inmueble. Ante ello, la actuaria Angélica Guevara pidió garantías de seguridad; sin embargo, el comandante Gustavo Cruz García, a cargo de los elementos de seguridad asignados a la recuperación del inmueble, respondió: y quién garantiza la nuestra.

Todo estaba preparado por los invasores y al grito de ¡ea, ea, ea, ya llegó la asamblea! empezó la defensa de los integrantes de Asamblea de Barrios. En las esquinas de la calle Libertad próximas al predio se apostaron grupos de personas y tronaron cohetones para dar la alerta, mientras otros permanecían en el inmueble. Ante los amagos de violencia de los asambleístas, no se logró la recuperación.

Los hechos quedaron registrados en las actas que levantaron los fedatarios y en el reporte que emitió la policía capitalina; la primera se integró al expediente citado.

Fuentes judiciales reconocieron que hay fugas de información y cuando hay órdenes de recuperación de predios les dan el pitazo. Arturo Cruz López, hijo de la propietaria del inmueble, comentó: con razón ya nos estaban esperando.

El inmueble, propiedad de Eugenia López Gutiérrez, ha pertenecido a la familia por varias generaciones. Ahí funcionaba una de las imprentas más grandes del país. Incluso la familia conserva las impresiones de la propaganda que se hizo de la última campaña presidencial de Porfirio Díaz.

De acuerdo con el abogado Eric Gallo, sólo es cuestión de tiempo porque no existe recurso legal para que no se recupere la propiedad.