Podgorica, 1º de junio. El presidente de Serbia, Tomislav Nikolic, declaró que no hubo genocidio en Srebrenica, poblado ubicado en el este de Bosnia, en julio de 1995, durante una entrevista con la televisión de Montenegro difundida este viernes en su sitio Internet.

No hubo genocidio en Srebrenica. Es muy difícil acusar y probar ante un tribunal que un acontecimiento tuvo la característica de un genocidio, declaró el nuevo presidente serbio, un nacionalista populista que prestó juramento el jueves pasado.

Un gran crimen fue cometido en Srebrenica por parte de serbios, de miembros del pueblo serbio, hay que encontrarlos, juzgarlos y condenarlos, añadió sin embargo Nikolic.

Unos 8 mil hombres y jóvenes musulmanes fueron ejecutados en julio de 1995 por las fuerzas serbias de Bosnia, durante los hechos ocurridos en Srebrenica.

Los ex jefes político y militar de los serbiobosnios, Radovan Karadzic y Ratko Mladic, son actualmente juzgados por genocidio por el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia, esencialmente por su papel en el caso de Srebrenica.

Nikolic, un antiguo militante ultranacionalista, quien mantiene su discurso populista pero aboga por la integración del continente, fue sorprendentemente elegido presidente de Serbia el pasado 20 de mayo, derrotando al candidato pro europeo Boris Tadic.

En otro orden, un soldado de la fuerza de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Kosovo (KFOR) y tres serbiokosovares fueron heridos este viernes en enfrentamientos que estallaron cuando una unidad de la alianza trató de desmantelar una barricada en una ruta del norte de ese territorio. El soldado herido era estadunidense, según medios de prensa locales.

Un responsable del gobierno serbio encargado de Kosovo, Oliver Ivanovic, declaró a la agencia oficial serbia Tanjug que tres serbiokosovares sufrieron heridas cuando las tropas de la KFOR lanzaron granadas lacrimógenas y dispararon balas de caucho para dispersar a varios cientos de personas que se manifestaban.

De acuerdo con Ivanovic, unos 150 militares de la KFOR fueron desplegados en esa zona del norte de Kosovo, donde los serbios locales habían levantado una barricada para impedir que los policías kosovares albaneses pudieran entrar en la región, habitada mayoritariamente por serbios.

Al igual que Serbia, los serbios de Kosovo no reconocen la independencia de ese territorio proclamada en 2008 por la mayoría de origen albanesa.

Desde julio de 2011 se han registrado varios enfrentamientos violentos entre los serbios y los miembros de la KFOR.