Beirut, 31 de mayo. El gobierno de Siria lamentó hoy declaraciones del secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, quien advirtió sobre la posibilidad de una guerra civil catastrófica en el país tras la matanza de 108 civiles en en la ciudad de Hula el fin de semana.

El ejército sirio rechazó responsabilidad alguna en la matanza, al dar a conocer el resultado de una investigación oficial.

Durante un foro de la Alianza de las Civilizaciones, en Turquía, Ban aseguró hoy que Siria no podrá recuperarse si desata una guerra civil catastrófica, y consideró que aún es posible caminar hacia un solución política. Asimismo, exigió al presidente Bashar Assad que acate el plan de paz acordado con el mediador internacional Kofi Annan, y cumplir sus responsabilidades con el pueblo sirio.

Siria lamentó que el secretario general de la ONU se haya apartado de su misión de mantenimiento de la paz y de la seguridad en el mundo, para convertirse en un anunciador de guerras civiles, dijo ante la prensa el portavoz de la cancillería, Jihad Makdisi.

La Casa Blanca coincidió en que cuanto más tiempo persista la actual situación, más probable es que el conflicto se convierta en una guerra civil sectaria, traspase las fronteras y se transforme en una guerra subsidiaria con Irán y otras potencias de la región.

La secretaria de Estado estadunidense, Hillary Clinton, criticó la resistencia de Rusia a aceptar acciones de la ONU para presionar a Siria. El embajador ruso ante la Unión Europea, aclaró que su país no es ni aliado ni defensor de Assad sino de que los sirios determinen por ellos mismo su futuro.

Mientras, el general Kasem Jamal Suleimán, cabeza del equipo investigador creado por las autoridades para esclarecer los hechos en Hula, atribuyó la matanza a grupos armados, en referencia a la oposición armada.

Explicó que entre 600 y 800 hombres armados se reunieron en la ciudad de Hula para cometer el ataque. Fueron asesinadas familias pacíficas que rechazaron levantarse contra el Estado, dijo el militar, y precisó que la investigación no encontró que las víctimas hayan sido dañadas por morteros, obuses o esquirlas de proyectiles de armas pesadas, como aseguran las potencias occidentales.

Según responsables de la ONU, una parte de las víctimas murió por esquirlas de obuses, lo que implica la responsabilidad del gobierno, y otras más por arma blanca, lo que demostraría la intervención de los shabihas, milicianos afectos al gobierno de Assad.