Martes 29 de mayo de 2012, p. 27
En las tres décadas posteriores a la llegada al poder de Fidel Castro, el incipiente servicio de inteligencia cubano desplegó más de 40 agentes encubiertos en una operación mundial de primer nivel frente a las narices de la Agencia Central de Intelgencia (CIA), según un nuevo libro de un veterano analista de la agencia y especialista en Cuba.
En junio de 1987, cuando un espía cubano desertó de la embajada de Estados Unidos en Viena y sorprendió a los servicios de inteligencia estadunidenses, la CIA se dio cuenta de hasta qué punto había sido engañada, escribió Brian Latell.
Castro fue jefe de espías supremo, sin competencia
, dijo a la audiencia en reciente lectura de su libro.
Las revelaciones ayudan a explicar cómo Castro sobrevivió a varios intentos de asesinato bien documentados y cómo la empobrecida isla soportó los cambios que derrocaron otros regímenes comunistas a finales del siglo XX.
En los anales del espionaje moderno es un logro extraordinario. Es difícil mantener las operaciones de un doble agente, y él los manejó a todos (...) hasta los detalles mínimos
, agregó Latell, autor de Castro’s secrets, the CIA and Cuba’s intelligence machine, publicado por Palgrave Macmillan.
Los cerca de 50 doble agentes fueron reclutados en Cuba y otras partes del mundo.