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No hay registro uniforme para compartir información: visitador

Más de 10 mil cuerpos sin identificar en las morgues del país, hasta 2008
 
Periódico La Jornada
Sábado 26 de mayo de 2012, p. 14

El número de cuerpos sin identificar en las morgues del país asciende a 10 mil 783 –con información actualizada sólo hasta 2008–, lo cual es resultado de la falta de una base de datos al respecto y de la escasa coordinación interinstitucional, afirmó el primer visitador general de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Luis García López-Guerrero.

Señaló que en 80 o 90 por ciento del país no existen condiciones para conservar los cadáveres por tiempos prolongados para su estudio e identificación, a tal punto que en varias entidades ni siquiera hay servicio médico forense, por lo que las autopsias son realizadas en agencias funerarias privadas.

Aunque el pasado 15 de mayo la CNDH dio a conocer que la cifra de personas fallecidas no identificadas ascendía a 8 mil 898, desde inicios del actual sexenio, esa cantidad subió a 10 mil 783 –aumento anual promedio de 987 personas, o 2.7 al día–, aunque estos datos sólo comprenden hasta 2008, por lo que faltaría actualizarlos a 2012.

El tema preocupa mucho a la comisión, porque por un lado estamos hablando de 10 mil personas cuya identidad y causas de muerte no han sido definidas, y eso implicaría una investigación para que el caso no quede impune y, por otro, se revela que no hay registro uniforme en el país que permita compartir información sobre el tema, afirmó García en entrevista con La Jornada.

Uno de los efectos más dolorosos de esta falta de datos confiables, apuntó, es el peregrinar de los familiares de las víctimas de delitos, como la desaparición forzada, por las procuradurías de justicia, hospitales, cárceles y servicios forenses de todo el país, para encontrar a sus parientes.

Otra de las causas del alto número de cuerpos sin identificar en México es la carencia de instalaciones y equipos para preservarlos durante tiempos prolongados, lo que incluso obliga a las autoridades a echar mano de las agencias funerarias para realizar ahí las autopsias.

No hay término legal definido para mantener un cuerpo, el problema es la descomposición que pueda tener. ¿Cómo levantas la ficha de las personas, si no hay protocolos para la identificación de cuerpo ni hay intercambio eficaz de información en el país?, lamentó.

En el Distrito Federal, dijo, puede haber condiciones suficientes para conservar una buena cantidad de cadáveres para su identificación, pero en 80 o 90 por ciento de las entidades no es así. En algunas ni siquiera hay servicio médico forense, y no puedes hacer autopsias, identificar lesiones o tomar muestras, y eso genera que muchos de estos cuerpos terminen en la fosa común.

La falta de una estructura adecuada para este trabajo, añadió García, retrasa las indagatorias de la CNDH, puesto que en vez de consultar una sola base de datos cuando recibe una queja por desaparición, debe enviar unas 150 peticiones de información a ministerios públicos, cuarteles de policía, hospitales y servicios forenses, para ver cuál de ellas es respondida.

Por todo ello, el visitador consideró urgente que el gobierno del país destine todos los recursos necesarios para crear una base de datos sobre cuerpos no reclamados, y se agilice el intercambio de información entre instituciones para identificarlos e informar a los familiares de las víctimas.