Martes 22 de mayo de 2012, p. 9
Boca del Río, Ver., 21 de mayo. Cuando interpretaba Todos vuelven, hermoso vals criollo mutado jazz latino (del peruano César Miró), una tormenta efímera pero intensa obligó este domingo a Rubén Blades a dejar el escenario del Festival de la Salsa Boca del Río 2012.
Sólo la lluvia detuvo la fiesta, que en cuatro noches reunió a miles de personas, que degustaron a representantes esenciales como Willie Colón, Óscar D’León, Gilberto Santa Rosa, Los Van Van y Sonora Ponceña.
Fue un latigazo líquido, pero como de plomo. La caída de tanta agua fue el telón para la música de Blades, entregado a Veracruz, a México, a Latinoamérica, a la que dedicó su canto.
Antes, el nicaragüense Luis Enrique ofreció sus amorosas piezas, como Tú no le amas, le temes.
Atmósfera de jazz latino
Luego subió a escena Blades, quien, atónito ante el mar de gente frente a él, comenzó con Ojos. La gente empezó a cantar con Decisiones y Plástico, consideradas clásicas. El viento amenazaba y una llovizna se presentaba. Llegó Caína, cuento corto sobre ese polvo adictivo, que nunca había interpretado en México. La rola ofrecía esas atmósferas de latin jazz evolucionado.
Blades recordó al escritor Carlos Fuentes y pidió al respetable brindarle homenaje. Con Buscando guayaba recordó ese tiempo en el que compartió escenario y amistad con Willie Colón.
Pero un repentino mazo de agua del Golfo de México desencantó a los salseros de corazón que, pese al absoluto baño, siguieron pidiendo por un tiempo más rolas.
Los organizadores, el gobierno de estatal de Veracruz y el municipal de Boca del Río confirmaron que por seguridad se cancelaba el acto.
La India ya no alcanzó a cantar. Se sentía triste, comentó a los periodistas tras bambalinas en una improvisada conferencia, este lunes. Para equilibrar su pena cantó a capella el tema Estúpida.
Se terminó la actividad del salsódromo… por este año.