El próximo 26 de mayo se realizará el Wirikuta Fest, por el derecho a lo sagrado, en el que participarán 20 bandas, que actuarán en dos escenarios del Foro Sol. Entre los invitados sobresalen Café Tacvba, Enrique Bunbury, Julieta Venegas, Sonidero Mestizo, Colectivo AHO, Ely Guerra, Amandititita, Luix Saldaña y Venado Azul.

En entrevista con La Jornada, Rubén Albarrán dijo que el encuentro tiene el objetivo de generar fondos para la defensa legal de Wirikuta y aplicar proyectos ecológicos y sustentables en los ejidos de la región; además, busca generar opciones laborales diferentes a las que ofrecen las compañías mineras y las agroindustrias en la zona.

Albarrán, vocalista de Café Tacvba y Hoppo!, uno de los mayores impulsores del concierto, informó: Nosotros, como Colectivo AHO, comenzamos a trabajar desde hace año y medio bajo la directriz del Frente en Defensa de Wirikuta. Ahora, casi todos los que lo integramos hemos tenido la oportunidad de ir a caminar por esa tierra, hacer un fueguito y estar en contacto directo con la medicina el desierto. A partir de ese momento trabajamos en la producción del concierto, en el que participarán bandas muy importantes, gracias a las cuales estamos logrando esta convocatoria: si no fuera por esos grupos no tendríamos espacio importante en los medios. Además está el apoyo del público, pues prácticamente está vendido todo.

Albarrán expresó: Estamos agradecidos con todos los que nos van a acompañar, porque sabemos que se gataron una lanita y con los músicos, pues nos están apoyando en forma desinteresada; ninguno cobró.

Para este Wirikuta Fest, confiesa Albarrán, “son dos los propósitos en los que queremos ayudar con este concierto, que forma parte de otras acciones que ya han sido conceptualizadas por el Frente para la Defensa de Wirikuta y por el Consejo Regional Wixarica. El primero es, específicamente, socializar la causa, hacer del conocimiento público, del pueblo de México y del latinoamericano, y hasta donde se pueda hacer llegar la información de la existencia del desierto sagrado de Wirikuta. Difundir el mensaje de que hay un área natural protegida a escala estatal donde habita flora y fauna endémica en peligro de extinción; que es un área integrada por la Unesco a la Red Mundial de Lugares Sagrados Naturales y un lugar de peregrinación del pueblo wixárika.

“Resumiendo, se trata, primero, de hacer del conocimiento público el peligro que amenaza a esa zona por la llegada de las compañías mineras canadienses, cuya actividad contamina el agua y la tierra, y que los cuantos empleos que ofrecen esas empresas no solucionarán la situación de abandono y pobreza que viven los pobladores de la Sierra de Catorce, del desierto de Wirikuta.

En segundo lugar buscamos generar recursos económicos para la defensa legal de Wirikuta, además de apoyar proyectos comunitarios piloto que serían una alternativa a los puestos de trabajo que ofrece la minera.

Albarrán precisó: “Entendemos que el problema es que el pueblo wixárika no es poblador del área; sólo realiza peregrinaciones en el desierto de Wirikuta; la población es mestiza, pero vive en la pobreza y en el abandono, por eso algunos ven con buenos ojos el trabajo que trae la minera, sin ver todos los problemas que acarrea.

“Los recursos que podamos generar –7 o 10 millones es un chingo de lana que no vamos a ver junta nunca– serán el primer paso para que todos, incluso los gobiernos estatal y federal se sumen a la causa, porque no es protesta, sino propuesta. Es necesario plantear las posibilidades, explicar los proyectos para que pongan lanita para que los pobladores de la región se puedan convertir en los cuidadores de ese jardín mágico, de ese desierto sagrado y único y que les genera una riqueza de vida y armonía con su entorno, de saberse los cuidadores de este tesoro.”

Espejismo

Albarrán consideró que con las acciones anteriormente mencionadas “se ganaría más. Leí en La Jornada una nota con el porcentaje de ganancia que se queda en el país de los proyectos mineros, y el dato es impactante, era de 0.05 por ciento, o sea, no se queda absolutamente nada de dinero, al contrario, deja devastación ecológica, contaminación de agua y tierra, enfermedades. Una vez que el proyecto minero, cualquiera que sea, acaba, las compañías se van y dejan un pueblo fantasma, en el que no hay nada que hacer: no se puede usar la tierra ni el agua porque están contaminadas. O sea, el beneficio económico para las comunidades o para el país es un espejismo, más cuando los políticos nos dicen que ‘hay que traer inversión extranjera’, cuando no hay beneficio real, son puros engaños.

Otra cosa sería si los pobladores empezaran a cultivar hortalizas familiares, que las mamás pudieran volver a amamantar a sus hijos para nutrirlos, en lugar de usar fórmula, invento de las corporaciones transnacionales... parece que en México la clase política está haciendo el gran remate del fin del mundo, vendiendo todo... los empresarios y corporaciones también hacen lo suyo.

Finalmente, Albarrán sentenció: Lo que estamos perdiendo es el derecho a lo sagrado, así lo vemos nosotros en el Colectivo AHO, pues lo que sufre el pueblo wixarika, seguramente lo padeceremos nosotros, porque la Madre Tierra nos ha dado el agua y los frutos para comer.

Wirikuta Fest se realizará el 26 de mayo en el Foro Sol. Últimos boletos al 5325-9000.