Las imágenes en las cajetillas de cigarros han hecho que poco más de una cuarta parte de sus consumidores se decida a dejar de fumar; esto es relevante si se considera que la principal finalidad de los pictogramas es informar a la población sobre los riesgos a la salud, aseguró Justino Regalado, titular de la Oficina para el Control del Tabaco de la Secretaría de Salud (Ssa).

Al hablar sobre los resultados de la evaluación realizada por la Organización Panamericana de la Salud, la Ssa, el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y una empresa de estudios de mercado, el funcionario indicó que se exploró el impacto que habían tenido las imágenes en el primer año de aplicación del programa (de septiembre de 2010 a septiembre de 2011).

Los resultados indican que 70 por ciento de fumadores ponen atención a las imágenes que se localizan en la parte superior de la cara frontal de las cajetillas (30 por ciento del espacio disponible), así como a las leyendas de advertencia sanitaria que ocupan la totalidad del espacio de la cara posterior. Asimismo, más de 25 por ciento tomó la decisión de dejar de fumar.

Además, el principal interés de quienes leen los textos está en el contenido de los productos, pues, dijeron, en su mayoría también desconocían que entre los ingredientes de los cigarros hubiera tantas sustancias tóxicas.

Actualmente está en circulación el segundo paquete de pictogramas, correspondientes al periodo de septiembre de 2011 al mismo mes de 2012. Consta de ocho imágenes que aparecen cada tres meses por pares, por lo que las últimas dos empezarán a verse en las cajetillas a partir del 24 de junio próximo.

En entrevista, Regalado informó que ya está listo el tercer paquete de imágenes, aunque en esta ocasión estarán más vinculadas a experiencias personales y a las emociones, no tanto a eventos tan crudos como los efectos de enfermedades graves como el cáncer de garganta o pies dañados severamente por gangrena.

La Organización Mundial de la Salud recomienda que los pictogramas ocupen la mitad del tamaño de cara frontal de las cajetillas. En imagen de archivo, un fumador capitalinoFoto María Luisa Severiano

El funcionario explicó que las encuestas aplicadas a los fumadores revelaron que aunque las imágenes sean grotescas o crueles, no resultan creíbles si no las asocian con su propia realidad, si piensan que nunca les pasaría algo así. Por eso, el próximo bloque de ocho imágenes contiene una fotografía en un hospital donde una madre cuida a su bebé en el área de terapia intensiva; otra que llora junto a una cuna vacía y se da a entender que el hijo sufrió una muerte súbita (muerte de cuna).

Otra imagen es la de un hombre con secuelas de hemorragia cerebral: parálisis de la mitad del cuerpo y pérdida de la autonomía. En otra más, un médico informa a su paciente el diagnóstico de cáncer pulmonar y otra fotografía muestra el cadáver de un fumador correspondiente a un individuo joven.

Justino Regalado afirmó que el nuevo acuerdo secretarial con los nuevos lineamientos para los pictogramas se publicará en el Diario Oficial de la Federación a mediados de junio próximo, a fin de que a partir del 20 de septiembre de 2012 la industria tabacalera comience a incluirlas en las cajetillas de cigarros.

Explicó que las nuevas imágenes están más apegadas a la idiosincracia del mexicano, a diferencia de lo que han hecho otros países: insertar fotografías crudas de daños muy graves al organismo causados por fumar. El fin es desalentar el consumo.

Reconoció la necesidad de aumentar el tamaño de los pictogramas, como recomienda la Organización Mundial de la Salud, para que ocupen la mitad de la cara frontal de los empaques. De hecho, en la evaluación entre fumadores, éstos también están en favor de una medida de este tipo, afirmó.

Se lograría una mejor transmisión del mensaje y una reducción efectiva del consumo, junto con las otras medidas previstas en la ley: el aumento a los impuestos, ampliar los espacios 100 por ciento libres de humo de tabaco y combatir el comercio ilícito, dijo el funcionario.