Acapulco, Gro., 19 de mayo. La cantidad de dividendos que las filiales de bancos extranjeros en México están pagando a sus matrices no es un tema menor, resume Alejandro Valenzuela, director general del Grupo Financiero Banorte Ixe. El problema, dice, no es que en el país haya una banca extranjera. La banca extranjera ha sido un elemento fundamental para el país. Lo que sí es un tema es que un país como México no puede tener una participación preponderantemente mayoritaria de la banca extranjera.

Una de las más recientes controversias sobre el papel de las filiales de bancos extranjeros en México inició en marzo pasado cuando Guillermo Ortiz Martínez, presidente del consejo de administración de Banorte, publicó un artículo en el diario Financial Times en el que aseguró que entre 2003 y 2011 los dividendos que pagaron los bancos de propiedad extranjera a sus matrices sumaron 20 mil millones de dólares, cantidad que comparable a la que sus actuales dueños pagaron por ellos entre finales de la década de los noventa y la primera de este siglo.

El mes pasado, Alejandro Valenzuela, en una conferencia de prensa, aseguró que los bancos extranjeros estaban ordeñando al país al pagar a sus matrices dividendos que equivalen hasta 70 por ciento de las ganancias que obtienen aquí, más del triple del porcentaje que un banco como Banorte paga a sus accionistas, dijo. El lunes pasado, en una entrevista con La Jornada, Ortiz Martínez calificó a esta práctica como el mundo al revés y la describió como una transferencia de capitales de la periferia al centro.

Autoridades bancarias y dirigentes de la banca, en entrevistas publicadas esta semana por este diario, defendieron el pago de dividendos que hacen las filiales de bancos extranjeros, dado que cuentan, e incluso superan, los niveles mínimos de capital que requiera la regulación para que puedan transferir parte de sus ganancias.

Alejandro Valenzuela, en una entrevista con La Jornada al término de la 75 Convención Bancaria, que se realizó jueves y viernes pasados en este puerto, considera que la discusión es de relevancia para el sistema financiero y para el país en general.

–¿Por qué considera que es importante la discusión sobre el pago de dividendos?

–Claramente hay perspectivas y ópticas que son distintas y es normal. Ha sido muy positivo, y demuestra que los tiempos están cambiando, que se haya discutido. El tema surgió en las últimas semanas como una pregunta explícita que se nos hizo sobre qué estaba pasando con el tema de los dividendos. Probablemente yo tuve un exceso en la palabra que utilicé, de usar la ordeña, pero ciertamente la cantidad de dividendos que se han estado pagando las filiales de bancos extranjeros para apoyar a sus matrices que están en problemas en la actualidad no es un tema menor.

Lo que me parece fundamental de esta reunión que nos convoca cada año es que estamos dialogando abiertamente los temas, en lugar de aislarnos, o radicalizarnos o escondernos, apunta. Si al final de cuentas con esto se va logrando que el público esté mejor informado, que esto nos esté llevando a tener una industria mucho más sólida, que genere mayor competencia y tenga mejores productos y ello abone a un esquema de ahorro-inversión y un ciclo productivo para el país, estaremos ganando todos.

–La respuesta de la autoridad y de algunos de sus colegas sobre el pago de los dividendos es que como la ley lo permite no debe haber discusión alguna.

–Nadie ha hablado de ilegalidad o de que estén haciendo algo mal. Al contrario, esto es perfectamente normal, el pago de dividendos nosotros mismos lo hacemos. El tema no es el pago, el tema es en la actualidad el monto que pagan. Se argumenta que los bancos siguen perfectamente capitalizados; sin duda siguen bien capitalizados y se han hecho las cosas bien en México. Banorte lo que está planteando, y me parece que la respuesta no queda clara, es que hoy en día hay un tema estructural en la banca en México. El problema no es que tengamos una muy buena banca extranjera, al contrario. Lo que sí me parece que es un tema en el que debemos buscar construir es que un país como México no puede tener una participación de la banca extranjera preponderantemente mayoritaria. Esto nadie lo permite en sus economías y me parece que el sistema de pagos debe estar en manos de los mexicanos.

El director general de Grupo Financiero Banorte Ixe, Alejandro ValenzuelaFoto Roberto García Ortiz

–En la práctica suena complejo revertir una situación que ahora se da de hecho.

–No, porque muchos de ellos probablemente tengan que bursatilizar, tengan que emitir sus acciones de regreso en México, que en la Bolsa Mexicana de Valores veamos sus acciones. Eso sería un paso muy importante. Algunos de ellos ya están hablando de que lo van a hacer próximamente (Santander hizo un anuncio en este sentido). Son pasos que me parece van a ayudar a que todos tengamos mejor información, a que todos entendamos de mejor manera lo que está pasando y con ello también pueda haber un público accionista más importante.

Muchas veces se nos comenta que también en Banorte hay muchos accionistas extranjeros. Claro que los hay. Es gente que sabe que compra la acción en México, la paga en pesos, el equipo directivo es completamente mexicano, el equipo que toma las decisiones las toma aquí localmente. Yo lo veo como un voto de confianza que agradecemos y apreciamos, añade.

–¿Si el problema no es la práctica en sí, sino los montos, considera entonces que es conveniente introducir algún tipo de restricción?

–No, porque al final de cuentas puede ser contraproducente, pero sí cuidar mucho que se haga con transparencia. El problema es cuando se hacen las cosas por debajo de la mesa. Si están sacando el dinero que estén sacando, si se hizo un pago de dividendo, la pregunta es ¿por qué? Bueno, porque lo necesitan . Pero no (que lo hagan) calladitos, por debajo de la mesa. Creo que se deben ventilar y la gente debe enterarse. Si esto nos lleva a niveles donde pueda haber problemas yo creo que la autoridad va a actuar en consecuencia, de eso no tengo la menor duda.

–Tanto la Comisión Nacional Bancaria y de Valores como la Asociación de Bancos de México no quisieron esta semana responder sobre el dato de los montos que las filiales pagan de dividendos.

–Son datos que emite la propia Comisión Nacional Bancaria y de Valores.

–Hace tiempo se comentaba que la presencia dominante de la banca extranjera podría provocar que se transmitieran al sistema financiero en México los problemas, cuando ocurrieran en los países donde está asentada la matriz. ¿Es el caso ahora con los problemas en el sistema financiero español?

Lucha contra la ola mundial

–Se han hecho muchas cosas. El sistema que ahora tenemos es fuerte, robusto, bien capitalizado, con índices de liquidez muy importantes y algo que es realmente fundamental es que no estamos apalancados (endeudados). Entonces, no es lo mismo encontrarse con una economía que esta apalancada o sobre-apalancada, como es la mayoría de las europeas y la estadounidense. La realidad es que hoy México tiene una gran oportunidad.

Sin embargo, añade, es importante que no haya etiquetas sobre el sistema financiero que opera en México.

Tendremos que luchar un poco contra la ola mundial, que no nos quieran poner una etiqueta. España, Grecia, Irlanda, Francia, Italia y Portugal se tendrán que desapalancar en los años venideros, igual la economía estadounidense. México necesita apalancarse. Entonces lo fundamental también, en este diálogo, es que no nos pongan en la misma silla de los acusados que los demás. Nosotros ya estuvimos allí, lo resolvimos bien, nos ha costado mucho trabajo, traemos ya 15 años de que estamos logrando un sector financiero mucho más robusto y ahora lo importante es que esto se traduzca en una actividad económica más dinámica.

–¿Hacia dónde cree que vaya o en que derive todo este tema sobre el pago de dividendos?

–Creo que va a seguir, es un diálogo que va a seguir construyendo y simplemente esto nos va a permitir poner las cartas sobre la mesa y estar conscientes de los temas. Aquí no se trata de pasar a la banca de acusados de nadie, se trata simplemente de poner los temas sobre la mesa, que generen en un momento dado posicionamientos. Si eso abona en tener un mejor sector financiero estamos todos logrando nuestra misión: los banqueros, las autoridades y los ciudadanos.