En un estudio del Capea se detalla que 80 por ciento de los casos son niñas o adolescentes
En más de 5 mil reportes las edades de los ausentes se ubicaron en el rango de 13 a 17 años, señala
Iztapalapa y Gustavo A. Madero, las delegaciones con el mayor número de afectados
Domingo 20 de mayo de 2012, p. 34
En tres años, la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) recibió seis mil 819 reportes de personas menores de edad extraviadas o ausentes en el Distrito Federal, de los cuales en 80 por ciento de los casos se trató de niñas o adolescentes.
De acuerdo con un informe del Centro de Apoyo para Personas Extraviadas y Ausentes (Capea) tan sólo el año pasado se atendieron mil 759 denuncias, de los cuales, en 78 por ciento se encontró a los menores. La mayoría de los desaparecidos o ausentes se encuentran en el rango de entre 13 y 17 años de edad.
En el documento enviado a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, la dependencia capitalina detalla que por este motivo se iniciaron, de enero a diciembre de 2011, 594 averiguaciones previas, de las cuales, en 468 no hubo necesidad de ejercer acción penal, por la localización de las personas.
Según el concentrado de datos, de los seis mil 819 extraviados o ausentes en el periodo que va de 2008 a 2011, en cinco mil 482 casos se trató de menores, cuyas edades oscilaron entre los 13 y 17 años, mientras que mil 337 fueron de cero a doce años.
Del total de estos casos, cuatro mil 604 denuncias se presentaron por la desaparición de menores de edad del sexo femenino y dos mil 215 del sexo masculino.
Las delegaciones que encabezan el mayor número de denuncias son Iztapalapa, con 823 desaparecidos o ausentes; Gustavo A. Madero, con 550, y Cuauhtémoc, con 418. En contraste, en el otro extremo, se ubican Cuajimalpa y Milpa Alta con el menor registro de desapariciones, al reportar 48 cada demarcación, en este mismo lapso.
De acuerdo con el Capea, una persona extraviada es aquella que sale de su domicilio y no puede regresar por causas propias o inherentes a su persona, ya sea enfermedad o ignorancia, mientras que las ausentes son aquellas que se ven impedidas a regresar por causas propias o ajenas, como conflictos familiares o por ser víctima de algún delito.
Al recibir un reporte esta institución está obligada a realizar un rastreo inmediato para la localización de las personas, para lo cual, hace un cruce de información con hospitales, Semefo, agencias ministeriales y centrales de autobuses, entre otras áreas.