Cultura
Ver día anteriorDomingo 22 de abril de 2012Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Exposición del artista Pablo Helguera

Quodlibet reinterpreta el pasado y el presente del Palacio de Bellas Artes
 
Periódico La Jornada
Domingo 22 de abril de 2012, p. 7

Documentos históricos, así como anécdotas perdidas, son la materia prima de Pablo Helguera (DF, 1971) para reinterpretar el pasado y el presente del Palacio de Bellas Artes en la exposición Quodlibet (Bellas Artes), que el artista realizó ex profeso para el recinto, donde se exhibe desde ayer.

Se trata de hablar de nuestra realidad, explica el artista mexicano, quien presenta un ensamble narrativo mediante video, pintura e instalaciones con documentos y objetos de utilería que forman parte de la historia del palacio. Lo primero absolutamente necesario es un trabajo de investigación, aprender del material y luego intervenirlo para hacer una relectura simbólica, según su propuesta.

En 1938, después de la expropiación petrolera, rancheros con pollos llegaron al Palacio de Bellas Artes. Un incidente increíble ante el llamado de la primera dama Amalia Solórzano a todos los mexicanos para pagar la deuda. Miles y miles de personas de todas las clases sociales acudieron con sus objetos de valor.

No es que los pollos fueran a pagar la deuda externa, pero me interesó este acto simbólico colectivo, y que el público reflexionara sobre ese momento, dice en entrevista Pablo Helguera, en un espacio entre cortinas en la sala Paul Westheim, la primera llamada para entrar al teatro, donde recortes de periódico de la época muestran el acontecimiento.

Son anécdotas perdidas que inspiran y hablan del significado simbólico del recinto. A Helguera le interesó particularmente su apertura, en 1934. En la vitrina de la entrada aparece un álbum histórico, parte del material compilado para la exposición, textos importantes, porque hablan con gran emoción de las aspiraciones de lo que sería el palacio y lo que se iba a presentar. Luego, empecé a encontrar ausencias.

Foto
En la muestra se expone la partitura de la primera pieza orquestal que se interpretó en el recién inaugurado recinto: Llamadas: sinfonía proletaria, de Carlos Chávez Foto Alondra Flores

Enseguida, se expone la partitura de la primera obra orquestal que se interpretó en el recién inaugurado recinto, de nombre Llamadas: sinfonía proletaria, de Carlos Chávez. Curiosamente, fue muy mal recibida por la crítica. Jorge Cuesta, escritor de la época, hizo una crítica terrible de la obra. El hecho concreto es que Chávez retiró esta obra de su catálogo, y Helguera cuenta que fue una proeza encontrar la copia de esta partitura, que después de mucho tiempo compró en la tienda en línea e-Bay a un señor en Estados Unidos.

La inexistencia de un archivo dedicado a resguardar la memoria del mayor recinto dedicado a las artes fue un contratiempo.

De esta forma, al retomar estos textos que narran la historia del palacio, comenzó a colocar plastas de pintura sobre letras o palabras enteras para crear una nueva lectura, con un significado muy específico acerca del palacio. A la manera de los versos perdidos de Safo, esta serie de pinturas se llama Álbum histórica.

Algo similar sucedió con la partitura de Chávez, que se exhibe amplificada y con las notas, una a una, colocadas de manera inversa. Ésta se llama Proletaria sinfonía, y mientras el público observa las páginas pautadas, acompañadas por imágenes que hizo Diego Rivera, desde lo alto una bocina se reproduce esta versión alrevesada de Chávez, la cual escuchó en la primera sala en su versión original interpretada por un pianista.

Para mí, este es un gesto conceptual que tiene que ver con el pasado y el presente. La manera en que trato de escribirlo. Si te ves en un espejo, eres tú, pero al revés. Así, con la historia existe esta naturaleza, de que en cierta forma somos una inversión del pasado. Para mí, presentar la obra al revés, tiene esa dimensión de verlo desde atrás.