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Bazar de asombros
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Tres días en bagdad
Ana Luisa Valdés
Monólogos compartidos
Francisco Torres Córdova
Todos los hijos son poesía
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De la saga chiapaneca
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Habermas y la crítica
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El alma rusa en Latinoamérica: breve historia de una seducción
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Platónov, fundamental
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Columnas:
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Las revistas de teatro, institución
e independencia (II Y ÚLTIMA)
Paso de Gato decidió celebrar sus diez años con un número dedicado a Shakespeare, que se convertirá en referencia. Esta edición indispensable permite ver hacia atrás y hacia delante en las búsquedas editoriales y teatrales nacionales sobre el poeta inglés y sus diversas soluciones escénicas.
“Shakespeare reloaded” es el dossier de este número, pero hay otros trabajos de gran importancia documental e histórica. Alegría Martínez, crítica, periodista cultural, cada vez más experta en otorgarle historicidad documental a nuestro teatro, aborda la trayectoria de Martha Verduzco y con ello explica y completa otro conjunto de vidas dedicadas a la dirección, la dramaturgia y la administración cultural. Es un texto señero de su trayectoria que se acompaña de los testimonios valiosos y lúcidos de Tomás Segovia y Germán Castillo.
Paso de gato ha sido beneficiada en más de una ocasión con el apoyo a revistas independientes que otorga el Fonca desde hace justo una década. Afortunadamente, la revista ha sido ampliamente apoyada por las varias instituciones del país, entre las que destaca Conaculta como un anunciante capaz de sostener la publicación.
El apoyo institucional orienta parcialmente sus contenidos pero se anima también con la colaboración episódica de algunos académicos y creadores que no cuentan con un foro semejante. Estos apoyos permiten que se profesionalicen las publicaciones y que se esfuercen en su desarrollo comercial para no enfrentar una existencia de rodillas y con la mano extendida a las instituciones que no han logrado deshacerse de la “idea” de que “no pagan para que les peguen”.
Intermedio, la nueva revista de la Coordinación Nacional de Teatro del INBA, que realiza Angélica Moyfa, muestra la lección que durante décadas ha legado el ejercicio de un periodismo cultural especializado al que, paradójicamente, se han incorporado periodistas que ya no son autodidactas sino jóvenes egresados de las escuelas superiores con técnicas de las que carecía la “vieja guardia”, pero que deben ponerse al día con la tradición cultural que heredamos.
Gran parte de la tradición cultural que se convirtió en periodismo fue, en el siglo XX, impulsada por intelectuales y escritores. De Alfonso Reyes a Novo, hasta llegar a Monsiváis, a quien se intentó devaluar en múltiples ocasiones con el epíteto de “periodista”, al que tampoco renuncian ni José Emilio Pacheco ni Elena Poniatowska.
Hay que reconocer que ese impulso se emprendió en el siglo XIX por extraordinarios cronistas, cuyo trabajo no podríamos separar como literatura o periodismo: Prieto y Rabasa hasta Azuela y Torri, que cruzaron al siglo pasado con su equipaje de imaginaciones y registros.
Intermedio es una revista modesta de divulgación pero facturada con técnicas periodísticas modernas en cuanto a su edición, la capacidad de pensar monográficamente un número y proponer guías de investigación. Es institucional y su desafío será ejercer un periodismo de opinión crítico. No es fácil, porque los funcionarios suelen pensar que esa clase de trabajo es una manera de “atacarnos a nosotros mismos”. Tal vez habrá que invitar a críticos y académicos que desde fuera “orientan” la opinión para que el periodista asalariado no sea “juez y parte”. Vale la pena señalar que la prescindible penúltima página de Intermedio recuerda las abominables secciones de sociales.
Guardando las distancias, las semejanzas entre Intermedio y Paso de Gato muestran la evolución de un periodismo que, en la mayoría de las páginas culturales, es centralista y monótono. Pero en las revistas se despliega propositivo, documental≠.
La UNAM ha creado un espacio crítico de participación pero sólo tiene la Revista de la Universidad para expresar visiones que vienen de la misma Universidad. Apareció una tercera edición del Concurso de Crítica Teatral, pero carecen de una revista propia para publicarlo; lo hace Paso de Gato, impulsora de la iniciativa.
Lo que sucede en el teatro es, en mayor o menor medida, lo que prevalece en el conjunto de las artes: a un robusto aparato crítico y periodístico, formado en las universidades, no corresponde el minúsculo esfuerzo privado e institucional que permita pensar la creación artística críticamente. Las publicaciones especializadas van en picada desde hace por lo menos tres años, en que los recortes y escasos apoyos han asfixiado propuestas que todavía no logran sobrevivir con anunciantes y lectores.
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