Buenos Aires, 1° de abril. Veteranos de la guerra de Malvinas de 1982, familiares de los más de 600 muertos en ese conflicto y distintos movimientos y organizaciones comenzaban hoy sus vigilias en distintos puntos de Argentina, no sólo para recordar, sino para acompañar la demanda argentina por la recuperación de ese archipiélago, convertido en un enclave colonial británico desde 1833, y manifestaron grandes esperanzas porque esta lucha nacional se ha convertido en una causa latinoamericana, tan justa como toda lucha por la descolonización en cualquier parte del mundo El 2 de abril de 1982 se produjo el desembarco de tropas argentinas en las islas Malvinas, bajo el mandato de la junta militar que gobernaba de facto el país desde 1976.

A 30 años de ese momentos que desataría el enfrentamiento militar con Gran Bretaña, y el despliegue de su poderosa flota para reocupar las islas argentinas situadas a más de 14 mil kilómetros de sus costas, uno de los hechos más importantes es el surgimiento de la verdad, la verdadera historia que se ocultó durante largo tiempo.Tanto de lo que significó la guerra , que el Reino Unido creía acabar muy rápidamente, como también el papel jugado por Estados Unidos a favor de su principal socio, y soltando la mano a los militares que ayudó a imponer la dictadura más cruenta en el país.

Pero también sobre los sucedido a los soldados,a la tropas, bajo el mando de quienes estaban acostumbrados a imponer el terrorismo de Estado y continuaron en ese escenario de guerra actuando como dueños de la vida y de la muerte, salvo excepciones y heroísmos de oficiales y suboficiales reconocidos por los sobrevivientes.

La decisión del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner de llevar adelante una fuerte lucha diplomática ante la negativa de Gran Bretaña a negociar una decisión en un tema clave de derecho y soberanía que se prolonga a través del tiempo, logró un consenso, que a nivel latinoamericano no sólo es de gobiernos y parlamentos, sino de pueblos que acompañan el reclamo argentino como si fuera propio.Y también esta solidaridad se extiende por diversos lugares del mundo.

Y es así porque el hecho de que Gran Bretaña tenga una base militar muy importante en la Isla Soledad en Malvinas, con dispositivos que pueden afectar a todo el continente, no sólo afrenta a Argentina sino se convierte en una amenaza para América Latina. Esta es una base estratégica para la Organización del Atlántico Norte (OTAN ) convertida en un ejército mundial de ocupación, señala el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel a La Jornada.

De la misma manera advierte la abierta violación del derecho internacional que significa el negarse a negociar y además abrir otros frentes de conflicto enviando compañías a explotar los recursos naturales que pertenecen a Argentina.

Por todo ésto se ha puesto a la cabeza de una campaña internacional de paz una causa justa de descolonización en el siglo XXI, que cada día tiene más apoyos. Ya son siete Premios Nobel del mundo los que nos acompañan para una solución pacífica a la controversia de soberanía por las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur.

A la carta enviada al primer ministro Británico David Cameron se sumó la liberiana Leymah Gbowee, recientemente galardonada con Premio Nobel de la Paz y también adhirieron el ex director general de la UNESCO y presidente de la Fundación Cultura de Paz, Federico Mayor Zaragoza, Veteranos de Guerra, organismos de derechos humanos, organizaciones ecuménicas, eurodiputados, diputados nacionales latinoamericanos y otros sectores sociales.

Pérez Esquivel sostiene que el legítimo reclamo de soberanía por las islas Malvinas no debe ser asociado con el belicismo represivo de la Dictadura Argentina. La guerra de las Malvinas iniciada hace 30 años fue la excusa de dos gobiernos para sumar apoyo y legitimidad a costa de la sangre de sus pueblos, dijo.

Recordó asimismo que los militares argentinos estaban preparados para la represión interna y no para la defensa de la soberanía nacional y que esto quedó evidenciado por crímenes y vejámenes que sufrieron los soldados argentinos por parte de oficiales superiores.

Por otro lado, analizó que Margaret Thatcher tomó decisiones duras porque necesitaba recuperar popularidad para ganar las elecciones de 1983.

Mientras transcurría el conflicto y preocupado por la pérdida de vidas humanas Pérez Esquivel junto a Mairead Corrigan Maguire y el Consejo Británico para la Paz, llevaron adelante una campaña solidaria para detener la guerra, pero Gran Bretaña fue el único país no dictatorial que me negó el ingreso junto con Chile y Paraguay, que estaban bajo gobiernos dictatoriales. No querían quedar en evidencia de que no estaban dispuestos al diálogo ni paz. Y nos cerraron la puerta. Sería bueno que esta vez nos recibiera Cameron dijo Pérez Esquivel quien viajará a fines de abril a Londres.

Por su parte el periodista Edgardo Esteban, quien era un soldado que cumplía el servicio militar obligatorio, como todos los que fueron llevados a Malvinas, autor del libro que originó el filme Iluminados por el Fuego, fue uno de los primeros denunciantes sobre los malos tratos y torturas contra los combatientes por parte de altos oficiales. Considera que este momento inspira esperanzas “no sólo por la acción firme y la voluntad del gobierno, sino también por la decisión presidencial de hacer público el informe Ratembach, donde se revelan muchas verdades sobre los sucedido en Malvinas.

Este es un año distinto. No serán actos de un día. Tenemos mañana. Es un nuevo paradigma lo que hay ante nosotros. Lograr la solidaridad del mundo para la causa de nuestras Malvinas y por la otra hacer justicia sobre los horrores que se vivieron. Pasó mucho tiempo en que nadie nos escuchaba No se entendía, El informe Ratembach , escrito con tanto valor por un militar auténticamente digno nos revela varios ejes, el del enorme error táctico cometido y el de los horrores que vivimos.

Esteban y otros sobrevivientes denuncian que la base militar británica en las islas es estratégica y que no tiene nada que ver con la “defensa “ de los Kelpers habitantes británicos de las Islas. Es que están allí a paso del estrecho de Magallanes que une al Pacífico con el Atántico, del Canal de Beagle y cerca de la Antártida sobre la que están puestas tantos intereses.

En estas horas hay vigilias en todo el país y en la plaza central de Usuhaia en la isla de Tierra del Fuego, la provincia más austral del país, donde la presidente encabezará el acto central mañana. Una serie de movilizaciones cruzarán el país con una consigna: Las Malvinas son argentinas. No más colonia ni guerras coloniales.