La exposición Etu ate: orgullo maorí, que reúne 169 piezas –esculturas, fotografías, textiles, tallas en madera, pectorales y objetos en jade– relata una historia de 500 años de esa cultura de Nueva Zelanda. Mañana será inaugurada en el Museo Nacional de las Culturas.

Se trata de un acercamiento a la historia, tradiciones y costumbres de esa milenaria civilización, mediante sus tesoros culturales explicó, Gabriela López, directora técnica de la Coordinación Nacional de Museos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Por esa razón, manifestó, para iniciar el recorrido fue colocada una piedra maorí, que significa la esencia de la vida y con ella se busca mostrar la profunda dimensión simbólica que posee esta cultura con profundas raíces místicas.

La idea, prosiguió López, es que cuando el público ingrese a la sala toque la roca y fusione su maorí con el de la piedra y, por tanto, con el de todos los objetos que conforman la exposición.

Ritual maorí, el sábado

A lo largo de cuatro apartados, el público conocerá aspectos sobre el linaje y la genealogía en Whakapapa; después en Maná, observará cuestiones referentes al prestigio, la autoridad y los asuntos relacionados con el poder.

En el tercer módulo, Kaitiakitanga, se abordan aspectos referentes a la ciudad y la vigilancia, y en la última sección, que lleva el título Tino ranga tatiranga, se alude al concepto de la autoderminación.

En la muestra, explicó Gabriela López, también existe una sección que detalla aspectos sobre los tatuajes y la forma en que son plasmados en el rostro, la barbilla y el mentón, denominada Ta moko.

El discurso museográfico también incluye una versión sintética de las casas maoríes y un kayak decorado por un artista de esa etnia, el cual presenta un amplio espectro de significados, debido al diseño y a la multiplicidad de su simbología.

La exposición estuvo montada anteriormente en el museo neozelandés Te Papa Tongarewa en el Quai Branly, de París; y, tras su permanencia en el recinto del Distrito Federal, se presentará en Canadá, como último punto de su itinerancia.

Con la curaduría de Rhonda Paku, explicó Gabriela López, la muestra pretende generar un diálogo entre los objetos del pasado y los del presente, para reinvindicar la actual situación de los maoríes, como cultura raíz y madre de Nueva Zelanda.

De hecho, resumió, las piezas y los objetos originales que se exhibirán hasta el 22 de julio abarcan de 1500 a 2000.

La exposición Etu ate: orgullo maorí, que llega en reciprocidad por las muestras Teotihuacán: ciudad de los dioses y Aztecas, organizadas por el INAH, será complementada con diversas actividades educativas y talleres, así como con la presentación de un glosario maorí y de una revista del corazón para público juvenil.

También se proyectarán dos películas en la sala polivalente. El discurso museográfico recurre a elementos gráficos, los cuales proporcionarán información la de neozelandeses famosos, los bailes de guerra maoríes o el rugby.

El Museo Nacional de las Culturas se encuentra en la sexta de nueve etapas de restructuración, y con estas exposiciones internacionales, adelantó López, pretendemos continuar con la vocación del recinto que se ha caracterizado por mostrar las culturas del mundo tanto de la antigüedad como de la época contemporánea.

Para la inauguración, este sábado, se realizará una ceremonia maorí a las 12 horas en el recinto que se ubica en la calle Moneda 13, junto a Palacio Nacional. El horario de visita es de 9:30 a 18 horas. Entrada gratuita.