El disco surgió a iniciativa de los panaderos Ortiz, que lo regalarán, dice Rafael Mendoza
Lunes 26 de marzo de 2012, p. a15
El disco Contradiciones reúne 14 canciones producidas por sus autores, dedicadas a los jóvenes de hoy de Morelia, Michoacán, inmersos en un contexto de violencia, expresó en entrevista el cantautor Rafael Mendoza, quien fungió como coordinador artístico.
Este cedé no se vende, sino se regala (para empezar) a los asiduos consumidores del sabroso producto del Horno Los Ortiz, panadería artesanal moreliana cuyos dueños, Judith y Hugo, se han vuelto auténticos promotores culturales y cercanos a los intérpretes y cantautores de las corrientes más diversas.
Celebran 25 años
Por eso, Judith y Hugo pidieron hace casi seis años a Marcial Alejandro y a Mendoza que hicieran un disco dedicado al pan, que fue un suceso. “Ahora me volvieron a llamar para decirme que querían celebrar los 25 años de historia de su panadería con otro disco, pero ahora con un mensaje dirigido a los jóvenes de Morelia, lastimada por el narco, las políticas judiciales contra el crimen organizado, por una caída de la economía que ha afectado a los comercios, y con miedo. Me invitaron a convocar a compositores afines que quisieran escribir para los jóvenes.
“Me pidieron que transmitiera un mensaje coherente. Así, el compositor más joven de los que intervienen es David Aguilar y el mayor es Jaime López. En medio hay varias propuestas artísticas muy interesantes.
“Por eso es un disco muy diverso en sus propuestas literarias y rítmicas. Están Leo Soto, Carlos Arellano, Leti Servín, Kristos, el Grupo Echeri, Diana Ramírez, Ricardo Yáñez, Fernanda Martínez, Jorge Trewartha, El Hueso... de varias regiones del país y más allá, de Argentina. Todos aceptaron de inmediato y estuvieron de acuerdo en hacer canciones que tocaran a los jóvenes, que los pusieran a cantar y a bailar, pero que les dijeran algo en función del tiempo que vivimos. Eso habla del afecto por los Ortiz. Hay que decirlo: Jaime López fue el primero en entregar su rola. Es una producción realmente colectiva. En el estudio de Édgar Arrellín hicimos los arreglos para dar unidad a las propuestas diversas. Hay canciones con guitarra y una voz, y otras de una tremenda banda de rock, con jarana y una voz o con una banda de jazz. La cosa es dar los toques para que el disco fluya. Quedó redondo, pero debo admitir que es una producción colectiva. Cada quien según sus recursos.
Aquí quedó claro cuáles son los haberes y los amigos con los que uno cuenta. Necesitaba una banda de ska y José Luis Domínguez, director de la escuela de música DIM, me propuso un cuarteto. Así fue y creo que el impacto puede ser muy sano en la juventud de Morelia. El disco no se vende y es una producción limitada a mil ejemplares que se regalarán, lo cual es un hecho inusitado en medio de un mundo comercializado. Tengo la aspiración de que este disco pueda distribuirse por la red, de manera gratuita.
Presentación en radio
De manera general, a los jóvenes se les dice que hay que celebrar la vida y confrontar el miedo. Este disco invita a vivir, a ganar la calle, a recuperar la ciudad y la condición de vida. El disco suena con mucha energía y es catártico.
El primer álbum lleva el título de El giro de la artesa y fue presentado en el teatro Ocampo, de Morelia. Los Ortiz realizan gestiones para que este segundo disco tenga una presentación similar. Hay que esperar. Sin embargo, es un disco importante que puede ser significativo para todos los jóvenes, no sólo para los de Morelia. Por eso hay que darlo a conocer. El primero de abril daremos a conocer los dos discos en Radio Educación, a las cuatro de la tarde, en un segmento especial.