Guatemala, 21 de marzo. Las autoridades mexicanas repatriaron este miércoles los restos de 11 guatemaltecos identificados entre las 193 víctimas de una matanza, descubiertas en fosas clandestinas en Tamaulipas, México, en abril de 2011, constató un periodista de la Afp.

Los restos llegaron con una hora de retraso respecto de lo programado, y en un avión privado a la terminal de la Fuerza Aérea Guatemalteca, en el sur de la capital, donde fueron recibidos por familiares; el canciller de dicha nación, Harold Caballeros, así como delegados de la embajada mexicana.

Siete cadáveres llegaron en féretros de madera, mientras que los otros cuatro habían sido incinerados.

Lo más importante es expresar nuestro más sentido pésame a los familiares de estos guatemaltecos que fueron denunciados como desaparecidos durante su paso por México, mientras se dirigían como migrantes hacia Estados Unidos, dijo el ministro a periodistas.

La identificación se dio gracias a que familiares aportaron pruebas de ADN, recordó.

Caballeros no descartó que más guatemaltecos puedan estar entre las víctimas, debido a que en total fueron 53 familias las que aportaron pruebas de ADN, toda vez que desconocen el paradero de sus seres queridos y han aparecido nuevas fosas en diferentes estados mexicanos.

Los guatemaltecos identificados aparecieron en una fosa donde había cientos de cadáveres, aseveró. El canciller dijo que los restos serán entregados a sus familias para que reciban “cristiana sepultura.

Por una parte es doloroso para mí y a la vez le doy gracias a Dios porque las autoridades hicieron lo posible por localizar los cuerpos, porque le pedíamos a Dios que apareciera el cuerpo de mi hijo (Byron), comentó con voz serena César Enriquez.

Ahora ya tengo tranquilidad porque ya sé que voy a darle cristiana sepultura y ya no voy a vivir con aquel pesar de qué sería de él, agregó Enríquez, originario del municipio de Nueva Concepción, 140 kilómetros al sur de la capital, sobre el Pacífico.

Comentó que su hijo partió con otro amigo del poblado vecino de Patulul, pero los familiares desconocen su paradero y las autoridades mexicanas no tienen registro ni en centros de detención, ni hospitales, ni nada, por lo que creen que pueda estar también en las fosas.

La repatriación en un principio estaba prevista para el martes pero una avería en un avión retrasó el proceso.

El 6 de abril de 2011 las autoridades mexicanas iniciaron la apertura de más de 40 fosas cerca de San Fernando (Tamaulipas) en las que se descubrieron 193 cadáveres.