En los últimos meses, los cárteles de la droga que operan en México han realizado nuevas asociaciones. El de Sinaloa, que encabezan Ismael El Mayo Zambada, Joaquín El Chapo Guzmán y Juan José Esparragoza Moreno, El Azul, ha capitalizado la desarticulación de grupos como el cártel del Golfo, los Valencia, La Familia y los Beltrán Leyva, y ha formado distintos frentes contra Los Zetas, revelaron funcionarios que participan en el gabinete de seguridad nacional.

Con los reacomodos, Los Zetas han perdido territorios en Tamaulipas, Zacatecas, Coahuila y Guerrero, y bandas de reciente aparición han crecido en presencia, como es el caso del cártel Jalisco Nueva Generación, organización que trabaja bajo el auspicio del cártel de Sinaloa en estados como Jalisco, Veracruz y Coahuila.

En 2001, la Procuraduría General de la República tenía plenamente identificadas las bandas criminales y sus mandos. Eran siete: los Arellano Félix, Juárez, Guzmán Loera-Palma Salazar (ex cártel de Jalisco), Golfo, Amezcua, Díaz Parada y Los Valencia o Milenio.

De esos grupos, en los pasados 10 años desapareció el Díaz Parada, dedicado a la producción de mariguana en Michoacán, Guerrero y Oaxaca, principalmente. Sus territorios se los disputan los cárteles de Los Zetas, Sinaloa, Los caballeros templarios y Jalisco Nueva Generación.

Asimismo, se extinguió la banda de los hermanos Amezcua, conocidos como Los reyes de las metanfetaminas, que operaban principalmente en Jalisco, Colima y Nayarit, y tenían presencia en otras cinco entidades. El grupo se dedicaba primordialmente a la producción de drogas sintéticas, y sus centros de operación están en disputa entre Los Zetas, cártel Jalisco Nueva Generación y Los caballeros Templarios.

Según información de la PGR, en 2001 los Arellano Félix operaban en 15 entidades, ahora sólo tienen presencia en Baja California, y ese estado ha sido ocupado por integrantes de los cárteles de Sinaloa, La Familia o Los caballeros templarios.

En la actualidad, la misma dependencia refiere que han surgido organizaciones regionales asociadas a grupos con presencia nacional y que tienen vínculos con bandas colombianas, que los abastecen de cocaína.

Los cárteles como Sinaloa, Los Zetas, Golfo y Los caballeros templarios han diversificado sus mercancías y ahora no solamente comercian cocaína, mariguana y heroína. De enero de 2007 al 9 de marzo de este año, la Secretará de la Defensa Nacional ha reportado la destrucción de mil 76 laboratorios para la producción de drogas sintéticas conocidas como ice o crack, entre otras.

La diversificación ha impactado la producción de enervantes en zonas como Guerrero, Chihuahua, Sinaloa y Durango, y “también la correlación de fuerzas, pues ahora hay grupos de Los Zetas disputando o compartiendo territorios en sitios que antes sólo eran controlados por un grupo; un ejemplo de esto se localiza en Zacatecas y Coahuila, que eran entidades donde los cárteles de Sinaloa y Juárez tenían supremacía”.

Las disputas entre organizaciones y la captura o muerte de líderes como Ignacio Coronel Villarreal, en julio de 2010, dio origen al cártel Jalisco Nueva Generación; la detención o muerte de los dirigentes de La Familia Michoacana gestó a Los caballeros templarios.

El deceso de Arturo Beltrán Leyva (que originalmente servía a Joaquín Guzmán Loera) generó dos cárteles: el Pacífico Sur e Independiente de Acapulco, bajo las órdenes de Édgar Valdez Villarreal, La Barbie. La detención de este narcotraficante ocasionó una nueva división en su banda, y los territorios en disputa se localizan en los estados de Guerrero y Morelos, indicaron las fuentes consultadas.