La Haya, 1º de marzo. La Corte Penal Internacional (CPI) emitió este jueves la orden de arresto solicitada por el fiscal contra el ministro sudanés de Defensa, Abdelrahim Mohamad Husein, por 20 crímenes de lesa humanidad y 21 de crímenes de guerra contra la población civil de Darfur, medida que fue desestimada por el gobierno de Jartum.

Ministro del Interior de Sudán de 2001 a 2005 y representante especial del presidente Omar Bashir en Darfur de 2003 a 2004, Husein, de 60 años, supervisó una política de Estado para garantizar la coordinación de ataques contra civiles en Darfur, precisó la acusación.

Husein contribuyó en actos criminales perpetrados cuando las milicias respaldadas por el gobierno atacaron pueblos, añadió el comunicado del tribunal en La Haya.

Además de Husein, el presidente Bashir, así como el jefe de milicias janjawid, Ali Kosheib, y otros cuatro sospechosos están procesados en la investigación de la CPI sobre el genocidio en Darfur.

El fiscal de la CPI investiga desde 2005 los hechos en virtud de una resolución del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre Darfur, región que sufre desde 2003 una guerra civil que ha causado 300 mil muertos y 2.7 millones de desplazados, según la ONU, si bien Jartum da cuenta de sólo 10 mil muertos.

Por otro lado, el ejército sudanés rechazó las acusaciones de Sudán del Sur, de haber bombardeado su territorio.

Barnaba Benjamin, ministro de Información de Sudán del Sur, acusó hoy al ejército de Bashir de violar el espacio aéreo del sur, de bombardear pozos de agua y petroleros e incursionar 17 kilómetros en su territorio en el estado de Panakuat, con saldo de varios muertos cuya cifra no precisó.

Estados Unidos consideró inaceptables los ataques aéreos atribuidos a Jartum, pues amenazan con causar una escalada de tensión entre los dos estados, según la vocera del Departamento de Estado, Victoria Nuland.

Desde que Sudán del Sur declaró su independencia en julio de 2011, las tensiones permanecen vivas entre ambos estados que se acusan mutuamente de alimentar una rebelión en suelo del otro.