El pase de lista, la revisión de alimentos y personas, así como la venta de comida en las cárceles de la ciudad de México dejan ganancias mensuales por casi 50 millones de pesos, sin contar los recursos que se obtienen por extorsiones, renta de cabañas y venta de drogas en dichos centros, señala un estudio de la Asociación Nacional de Familiares y Amigos de los Detenidos, que calcula que en total los grupos de poder de internos y las autoridades coludidas con éstos obtienen más de 100 millones de pesos al mes por estas actividades.

Son los familiares de internos quienes tienen que hacer frente a estos gastos para que la estancia en prisión de esposos, padres, hijos y hermanos sea más llevadera, por lo que a la semana, señalaron algunos, gastan al menos 2 mil 500 pesos entre la comida y dinero que deben dejar a sus internos para que puedan sobrevivir en el reclusorio.

En el estudio de la citada asociación, el cual se realizó con base en la información proporcionada por familiares, los internos y el personal que labora en los distintos centros penitenciarios, se señala que se pasa lista a los internos tres veces al día; en cada una deben entregar entre cinco y 10 pesos. Suponiendo, se explica, que la primera cantidad es la que se cobre, se tiene que por los 42 mil presos que hay las ganancias ascienden a 630 mil pesos diarios, es decir, 17 millones 640 mil pesos mensuales.

En los días de visita, agrega el documento, quienes acuden a las cárceles capitalinas a visitar a sus reos, llevándoles comida, agua y productos para higiene personal, tienen que pagar a los custodios para que las puedan introducir. La asociación calcula que cada día de visita –cuatro a la semana– 30 mil familiares acuden a las prisiones, quienes deben pagar 10 pesos para poder ingresar con los productos que llevan consigo. En este caso los recursos que se obtienen son 300 mil pesos diarios, lo que significa 4 millones 800 mil pesos.

Larga cadena

Por si fuera poco, agrega el documento, al menos a la mitad de los visitantes se les pretende impedir el acceso a los reclusorios por el color o el tipo de ropa que visten, por lo que también tienen que pagar en promedio otros 10 pesos. Por este concepto se obtienen al menos 150 mil pesos diarios, es decir, 2 millones 400 mil pesos.

Lo que hoy pasa, dentro de ocho días ya no; siempre encuentran un pretexto y hay que dar una monedita. Nada más por entrar se tienen que pagar entre 10 y 20 pesos, más lo que se da adentro, por ejemplo, por calentar la comida, señalaron familiares de internos.

Otro de los negocios que se ha detectado que proliferan en las cárceles es la venta de raciones de comida; ante la escasez y mala calidad de la que ofrece el sistema penitenciario, según ha reportado la asociación, en este rubro se obtienen ganancias de más de 24 millones de pesos mensuales.

Aunado a esto, existen otras actividades que reditúan ganancias millonarias, señaló Pedro Cedillo, fundador de la asociación, controladas por grupos de presos y solapadas por las autoridades, que van desde la renta de cabañas en los días de visita hasta la venta de drogas.