Damasco, 26 de febrero. El gobierno sirio celebró este domingo un referendo sobre una nueva constitución, cuya medida más destacada es la que remplaza el artículo 8 de la actual carta magna, que data de 1973, la cual estipula que el partido Baaz es el dirigente del Estado y de la sociedad, por una disposición que instaura el pluralismo político.

Unos 14 millones de sirios fueron convocados a las urnas para pronunciarse sobre el texto, que sin embargo permitirá al presidente conservar grandes prerrogativas. Aunque suprimirá la preminencia del partido Baaz, que gobierna desde 1963, el mandatario podrá escoger al primer ministro, separadamente de la mayoría parlamentaria, y en algunos casos podrá rechazar las leyes.

El artículo 88 prevé que el presidente sólo puede optar a dos septenios, pero el artículo 155 precisa que estos dispositivos no se aplicarán hasta las próximas presidenciales de 2014, por lo que el actual jefe de Estado, Bashar Assad podría mantenerse en el poder otros 16 años.

El borrador de Constitución también eleva de 34 a 40 años la edad mínima para acceder a la presidencia. En 2000, la Constitución fue modificada por Hafez Assad para rebajar la edad mínima a los 34 años y su hijo Bashar pudiera acceder al poder.

Los medios oficiales no precisaron cuándo se darán a conocer los resultados, pero son esperados para el lunes.

La oposición y los militantes contrarios al gobierno, que exigen la salida de Assad, llamaron a boicotear el referendo al considerarlo una broma de mal gusto dada la crisis en Siria.

Para el jefe de la diplomacia alemana, Guido Westerwelle, el referendo no es más que una farsa, y señaló que votaciones falsas no pueden contribuir a una solución de la crisis. Assad debe poner fin a la violencia y despejar el camino a una transición política, dijo.

La votación se realizó en medio de la violencia que hoy dejó al menos 57 muertos, la mayoría en la ciudad de Homs, en el contexto de una revuelta que está por cumplir un año, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.

Pero la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, advirtió sobre los peligros de una intervención extranjera ante las posibilidades de una guerra civil, la que podría verse estimulada. Asimismo, sugirió que la entregar armas a la oposición siria, podría beneficiar a Al Qaeda u otros grupos extremistas que dicen apoyar a los activistas sirios.

Mientras, miles se manifestaron en Casablanca para reclamar el fin del régimen de Assad.