Desde el 10 de febrero pasado, en la Galería del Auditorio Nacional, la fotógrafa estadunidense Ebet Roberts presenta Los destellos del sonido, exposición integrada por 70 imágenes, en la que ofrece un recorrido por 45 años de figuras y grupos emblemáticos de la música.

Roberts parte del movimiento punk, pasa por el new wave y luego abre un abanico a diversos géneros y figuras del blues, el ska, el reggae, el jazz y la música clásica, como David Bowie, Bob Marley, REM, Patti Smith, Bob Dylan, Jaco Pastorius, James Brown, U2, Frank Zappa, Brian Eno, David Byrne, Peter Gabriel, The Rolling Stones, XTC, Iggy Pop y The Ramones.

En entrevista con La Jornada, la prestigiosa fotógrafa dice: Lo que espero con esta exposición es despertar el interés del público por conocer la obra de algunos músicos que aparecen en la exposición; que le transmita algo. Para mí es maravilloso que se presente en el Auditorio Nacional, porque es un recinto importante en esta ciudad tan diversa y de muchos contrastes. Pero lo más importante es que la entrada es gratuita; espero que vengan a verla personas que normalmente no tienen acceso a este tipo de trabajos, por falta de dinero.

Capturar los sentimientos

Las obras de Ebet Roberts ha aparecido en innumerables revistas y libros, así como en programas televisivos, carteles, anuncios y portadas de álbumes. Sus fotografías del periodo punk son consideradas detonadoras para que ese movimiento trascendiera las fronteras geográficas y del idioma.

Roberts precisó: Esta exposición es sólo una parte de mi trabajo; lo que realmente me gusta es fotografiar a las personas, los sentimientos que me generan, capturar lo que muestran. Con las imágenes de estos músicos lo que pretendo es que el público que las vea se interese por conocer su obra, porque a mí me pasa cuando veo una foto en un periódico; aunque el artículo resulte interesante, la fotografía es lo más importante para mí. Creo en eso de que una imagen vale más que mil palabras.

Su opinión sobre la democratización de la fotografía es: Ahora todo el mundo toma fotografías; todos tienen una cámara, pero ese trabajo en su mayoría es desechable. Lo que garantiza una placa tomada por un profesional es la perdurabilidad de esa imagen. Al hacer mi trabajo persigo que perdure en la memoria de la gente; muchos de los músicos que están en la exposición ya murieron, así que he conseguido que perduren... Bueno, tampoco veo mal que todo el mundo tome fotografías, pero no es lo mismo que lo haga alguien que se dedica profesionalmente a ella.

Sid Viciuos, captado en Memphis en el foro Taliesyn Ballroom en 1978; imagen que forma parte de la muestra

David Bowie en el Madison Square Garden, en 1983; imagen que forma parte de la muestra

Agrega: Que todo mundo tome fotos ha provocado que la fotografía pierda prestigio; incluso, hace poco me llamaron para hacer un trabajo publicitario que rechacé. Se lo dieron a un aficionado que lo hizo gratuitamente, y, por supuesto, las fotos no eran buenas, pues estaban oscuras, borrosas y fuera de foco.

Sin embargo, Roberts reflexiona: Nunca busco algo específico. A veces tomo fotografías y nada sucede, pero otras encuentro exactamente lo que quería, sin buscarlo.

En su consideración, el cambio que ha vivido el rockstar es: En la década de los 70 los que se dedicaban a la música lo hacían por amor al arte; había acceso a ellos y se podía captar la emoción del momento, pero a partir del surgimiento de MTV lo que más importó fue la imagen, y los músicos se volvieron más falsos porque les importó controlar su imagen. Por eso vemos en gran cantidad de músicos fotografías que no capturan ninguna emoción.

También se refirió a los músicos que en sus conciertos no permiten fotografías o sólo otorgan unos minutos para tomarlas: “En este afán de controlar su imagen lo que favorecen estos músicos es que el fan tome fotografías que no vale la pena reproducir; además, si sólo dejan tomar fotos a los profesionales durante tres canciones no se captura el momento del concierto que vale la pena tomar. Lo único que provocan es que se produzca un montón de basura de imágenes que no valen la pena”.

La exposición Los destellos del sonido, de Ebet Roberts, se puede visitar en la Galería del Auditorio Nacional gratuitamente de lunes a domingo de 11 a 18 horas, hasta fines de abril.